Sin ser su mejor trabajo, lo nuevo de Sofia Copola resulta una comedia ágil y es su película más accesible hasta el momento.
Los Ladrones del Anillo de Bling
Basada en el caso real de los robos perpetuadas por la banda criminal conocida como “The Bling Ring”, el film se apoya en el articulo “Los Sospechosos Usaban Louboutins” (publicado por la revista Vanity Fair) para contar esta historia de unos adinerados adolecentes de Calabasas, California que durante varios meses se dedicaron a entrar y saquear las casas de varias celebridades. Paris Hilton, Audrina Patridge, Rachel Bilson, Orlando Bloom, Megan Fox y Lindsay Lohan son solo algunos de los famosos que sufrieron los robos de esta banda que, entre artículos y dinero en efectivo, superaron los tres millones de dólares.
Culto a las Celebridades
Se podrían usar muchos adjetivos (algunos buenos, algunos malos) para definir el cine de Sofia Coppola. Pero si hay algo que es innegable en su filmografía es la constancia. Todas y cada una de sus películas están conectadas por un hilo invisible que comenzó con Las Vírgenes Suicidas y continuó hasta hoy. Más allá de retratar temas como la adolescencia y la soledad (y en algunos casos la soledad de la adolescencia), Coppola parece sentirse segura con los “espacios artificiales”. En su opera primera fue aquella casa donde todos imaginaban que las hermanas Lisbon llevaban una vida perfecta, en Perdidos en Tokio y Somewhere fueron los hoteles y en Marie Antoinette fue nada más ni nada menos que el Palacio de Versailles. En Adoro la Fama los factores cambian pero no se altera el producto. Aquí este “espacio artificial” es la vida misma, el estilo de vida que llevan y el quieren llevar estos adolescentes de California.
El film está contado casi como una crónica, nunca despegándose de los hechos pero también nunca indagando demasiado en sus personajes. Si bien eso no siempre es algo bueno, en esta oportunidad muestra una coherencia en el relato. La superficialidad de estos personajes está directamente relacionada con la superficialidad de sus vidas. Lo que hay es lo que se ve y lo que se ve es lo que quieren. Quienes vayan en busca de una película reflexiva sobre la adolescencia, la familia o los inadaptados (temas favoritos de Coppola) seguramente salgan decepcionados. Quizás esta falta de reflexión en pantalla es lo que vuelve a Adoro la Fama en la película más ágil de su filmografía y a la vez la más accesible, pero lejos está de transformarla en un trabajo vacío. Da la sensación que no es el propósito de la directora elevar un juicio moral o de valores, limitándose a mostrar los hechos tal cómo sucedieron y esperando que el espectador saque sus propias conclusiones. Esta imparcialidad se pierde en determinadas escenas, donde alguno de los personajes dice o hace algo especialmente molesto y podemos notar la mano de Coppola guiándonos hacia donde nos quiere llevar.
La adolescencia que retrata aquí la directora es completamente distinta a la de sus otros films. Aquí los personajes son irresponsable, egocéntricos y hasta llegan al punto de irritarnos con su idolatría por la fama y la obsesión por las celebridades. El joven elenco, encabezado por la bella Emma Watson (Hermione de Harry Potter) entrega memorables actuaciones. Watson, sobre todo, resulta un gran descubrimiento con su “timing” para la comedia. Katie Chang, Israel Broussard y Taissa Farmiga interpretan al resto de la banda, quienes realizan sus papeles con absoluta credibilidad. También hay una pequeña pero muy divertida participación de Leslie Mann (Ligeramente Embarazada, Bienvenidos a los 40) como una madre que educa a sus hijos en casa y bajo la filosofía del libro de auto-ayuda “El Secreto”.
La dirección de fotografía recayó sobre Harris Savides, responsable de Zodiaco y The Game (ambas de David Fincher), quien al enfermarse gravemente durante la filmación debió ser remplazado por Christopher Blauvelt, mayormente conocido por su trabajo como cámara. Entre ambos se reparte los créditos, pero el film nunca delata este cambio. Adoro la Fama cuenta con un fotografía soberbia, una bella iluminación durante las escenas diurnas y con escenas nocturnas que asemejan a una fiesta o estreno, repleta de “flares” y flashes de cámaras. La película está filmada con cámara en mano y planos largos para evitar cortes rápidos, otorgándole una acertada sensación de documental a los hechos.
Conclusión
Realmente disfruté de Adoro la Fama, es un film ágil, entretenido y con mucho humor. De la mano de una gran fotografía y un soundtrack acorde para la ocasión, Sofia Copola logró retratar casi a la perfección la historia de estos adolescentes obsesionados por las celebridades y su estilo de vida. Algunos podrán decir que el film apenas raspa la superficie de los hechos y sus personajes, pero en mi opinión este acto deliberado de la directora resultó ser la manera más efectiva para contarlo.