Sólido thriller político sobre Adolf Eichmann
Los hechos que aquí se narran son ciertos. A sólo 12 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, en tiempos del Milagro Económico y la política de reconciliación nacional del canciller Konrad Adenauer, el fiscal general Fritz Bauer pretendía que los tribunales de su país se hicieran cargo de rastrear, mandar arrestar y juzgar a unos cuantos nazis. Pero los tribunales, y la sociedad en general, pretendían mirar para otro lado.
Así las cosas, cuando él halló la pista de un pez gordo, y advirtió que los servicios secretos alemanes evitarían su pesca, decidió pasarle el dato a los servicios secretos israelíes. Estamos hablando del caso Adolf Eichmann, secuestrado y sacado ilegalmente de la Argentina en 1960, juzgado y colgado públicamente en Israel en 1962, sin siquiera devolverle el cuerpo a los familiares. En su momento, la localización de Eichmann se atribuyó pura y exclusivamente a Simon Wiesenthal. De haber probado su infidencia, los alemanes habrían juzgado a Bauer por traición.
Precisamente, el título original de esta película es "Der Staat gegen Fritz Bauer", el Estado contra Fritz Bauer. Y lo que vemos son los entretelones de una interna que abarca a exnazis reubicados por todas partes, incluyendo al propio Hans Globke, mano derecha de Adenauer, secretos de los gobiernos alemán y norteamericano, que no querían destapar ninguna olla, rarezas del Gobierno israelí (Ben Gurion propició la compra de armas a Alemania), etc. Como un conflicto lateral que influye en la trama, se agregan aquí las orientaciones sexuales de un ayudante desorientado que arriesga caer entre las piernas de un travesti (para satisfacción de Seguridad del Estado). Esto último suena ficcional, puesto para crear suspenso y atraer más público. Pero casi todo lo demás se acerca bastante a los hechos históricos, con alguno que otro nombre cambiado, igual que nuestro paisaje rioplatense.
En síntesis, película interesante, bien llevada y muy bien actuada, con el veterano Burghart Klaussner a la cabeza (Harald Ott en "El puente de los espías"). Guión, Lars Kraume, también director, y Olivier Guez, novelista y periodista francés. Para quien quiera ver otra sobre aquel conflicto, se recomienda "Laberinto de mentiras", de Giulio Ricciarelli. Y para quien quiera investigar sobre nazis en la Argentina, Wilhelm Sassen y el mensuario "Der Weg. Revista de Cultura y Reconstrucción" existieron de veras.