Finalmente, después de un año entero de idas y venidas, llega a los cines la última película de Guy Ritchie. Esta nueva obra debía estrenarse inicialmente en enero del 2022, pero tuvo que ser pospuesta, en más de una ocasión, por diversos motivos, como lo fue la necesidad de editar la nacionalidad de algunos antagonistas ucranianos que aparecen en el filme, debido a la sensibilidad del conflicto que protagonizó el país durante este último tiempo. Ahora, llegado el momento del estreno, la duda de muchos es: ¿Habrá valido la pena la espera?
En esta nueva aventura cinematográfica nos presentan al superespía Orson Fortune (Jason Statham), quien debe rastrear y detener la venta de una mortífera tecnología moderna cuyo intermediario es el multimillonario corredor de armas Greg Simmonds (Hugh Grant). Para lograrlo, forma equipo con algunos de los mejores operativos del mundo y recluta a la mayor estrella de cine de Hollywood, Danny Francesco (Josh Hartnett) para que lo ayuden en su misión encubierta y así salvar el mundo.
Con una narrativa ordinaria y ya vista en infinidad de filmes de acción, «Agente Fortune» destaca por una gran carencia: su director. Aquel artista que fascinó a muchos en obras como «Juegos, trampas y dos armas humeantes» y «Snatch: Cerdos y diamantes», pasó desapercibido esta vez, al recaer en la convencionalidad de una película básica que solo es impulsada por trayectoria de su reparto, el cual tampoco logra sobresalir demasiado al personificar papeles bidimensionales y estereotípicos. Sumado a esto, el guion resalta negativamente al conformarse, casi en su totalidad, por frases y chistes irónicos que, aunque pueden funcionar brindándonos un poco de humor, llegan a aburrir rápidamente, queriendo buscar refugio en el aspecto técnico del largometraje, solo para encontrarnos nuevamente con algo promedio: peleas simples y efectos visuales poco sorprendentes. Sin embargo, es importante hacer notar la presencia de Aubrey Plaza («The White Lotus») como coprotagonista del film, la cual, más allá de las carencias del guion, muestra que está a la altura de las actuaciones de Hartnett y Grant, además de conectar muy bien con Statham, dándole un poco de frescura a sus escenas juntos al balancear el clima que genera el papel de hombre inexpresivo que estamos acostumbrados a ver de parte del actor.
En resumen, después de proyectos como «Los Caballeros» (2019) y «Justicia Implacable» (2021) en que aún distinguíamos la impronta de su director, nos encontramos ante una obra que cumplirá entreteniendo al público casual, pero decepcionará a los fans de Guy Ritchie, a quien podríamos clasificar como «desaparecido en acción» ya que el único sello distintivo de él en este nuevo film es el de incluir actores con quien ha trabajado anteriormente.