Con los años, Guy Ritchie dejó de intentar volverse un autor y volvió a divertirse. Ergo, sus películas mejoraron.
Agente Fortune: el gran engaño es una fantasía sobre un grupo de super espías, un magnate que vende armas y un actor de Hollywood utilizado como pantalla para operaciones violentas y fantásticas, no resuelve el cinismo a veces tonto del director.
Pero tal característica tiende a pasar inadvertida gracias al carisma de Statham y la amabilidad de todo el elenco.