La supremacía de Jolie
Angelina Jolie cuenta con el beneplácito de la industria que le permite protagonizar al estilo Cruise o Willis, conseguir que el público se refiera a la película como "la de la jolie" en lugar de mencionar su título y posicionarla como una heroína de acción.
En "Agente Salt" es una espía de la CIA, indolente, precisa, mortal. Al mejor estilo Bond, el filme comienza con el final de una misión donde Salt fue brutalmente torturada, aunque sin heridas graves o incapacinates a la vista. La historia salta dos años hacia adelante, con la espía felizmente casada y afianzada en su oficina, cuando una tarde, luego de cumplir su horario, un caso imprevisto se presenta y todo cambia.
Un espía ruso se presenta para denunciar que un "topo" está en la CIA dispuesto a cometer un magnicidio. La sospechosa no es otra que Salt, quien huye y da lugar a una persecución que inevitablemente remite a la trilogía de Jason Bourne.
Espionaje y contra-espionaje, traiciones y vueltas de tuerca previsibles son los ingredientes que ofrece esta película que cuenta con un buen elenco donde se destaca Liev Schreiber, en el rol del jefe de Salt. El ritmo es incesante, la acción constante y el metraje óptimo, aunque justamente por todo esto el final resulte abrupto y la secuela obviamente servida.
"Agente Salt" es anacrónica en el conflicto; rusos contra estadounidenses es una pelea antigua y por momentos el guión parece tomado de alguna vieja serie televisiva, sin embargo entretiene, que no es poco. Jolie se da el gusto de saltar de camión en camión, armar explosivos con matafuegos y artículos de limpieza, correr descalza por Washington como un John McClane con falda y nunca fallar en lo que se propone. Habrá más.