Simple y sencillo
En la actualidad, Angelina Jolie se ha convertido en casi la única actriz capaz de protagonizar un film de acción sin que nadie se sorprenda de ello y que su labor resulte destacable. Esta circunstancia sobresale porque el género donde abundan los disparos, las explosiones y persecuciones es principalmente machista, ya que desde John Wayne hasta Jason Statham siempre fueron hombres las figuras de este tipo de historias.
No obstante, Angelina demuestra su talento para representar a una heroína de acción y una prueba de ello es Salt, en la que Jolie será la protagonista de una atractiva trama de espías que buscará reavivar la vieja disputa entre Estados Unidos y Rusia.
El film se centra en Evelyn Salt (Jolie), que como oficial de la CIA hizo un juramento de deber y honor a su país. Su lealtad es puesta a prueba cuando un desertor soviético la acusa de ser una espía rusa. Salt se da a la fuga y se ve obligada a utilizar todas sus habilidades y años de experiencia como espía encubierta para evitar que la capturen. Sus esfuerzos para demostrar su inocencia sólo sirven para levantar aún más las sospechas acerca de sus motivos. Mientras continúa la caza para descubrir la verdad que se oculta tras su identidad, una pregunta sigue latente: ¿quién es Salt?
Desde su inicio, la película plantea una interesante confusión sobre el origen de la protagonista, que recién sobre el final resuelve. Este punto resulta como una firme base para armar una atractiva trama donde nada es lo que parece, siendo los momentos más destacables la sorpresiva resolución de las diferentes situaciones.
Con un prolijo y preciso trabajo de armado, el guión se va desarrollando vertiginosamente, sin pausa, pero siendo simple en lo que muestra y plantea, sin intentar ser más que lo que puede alcanzar. Esta característica permite que el foco de la historia nunca se desvíe en otras direcciones sino que siempre tenga un objetivo y hacia allí se dirige.
Junto a esta particularidad del relato, se suma una acertada utilización de los efectos especiales como también una perfecta realización de persecuciones y peleas, convirtiendo al film en un trabajo que busca el vértigo pero a través de la prolijidad y la corrección, sin caer en locuras.
También ayuda la tarea de la protagonista, ya que Jolie representa con solvencia y perfección a la agente Salt, sin excederse en ningún momento, característica que muchas veces se le ha criticado a Angelina y que aquí ha sabido controlar. La acompañan un sólido elenco que realiza aceptablemente sus roles, destacándose Liev Schreiber con un personaje que resulta vital para el éxito de la historia.
Salt es un correcto y atractivo film de acción sobre espías, que no estará dentro de las joyas del cine pero que tampoco busca serlo. Intenta contar una historia dentro de un importante género y logra hacerlo de una manera perfecta. No busca ser “inolvidable” y en esa humildad encuentra su éxito, por lograr que el espectador se pueda entretener en sus 99 minutos de duración.