El mundo del espionaje y Jessica Chastain cada vez parecen más interconectados. Luego de producir y protagonizar 'Ava' en el 2020, la actriz nacida en California vuelve a reincidir en el género ocupando los mismos roles, aunque tras una propuesta más ambiciosa.
Con un enfoque de género muy presente, "Agentes 355" intenta ser una reversión de las películas de espías pero su falta de personalidad y de identidad la termina condenando al más profundo desinterés. Lo cual es una lástima, porque desaprovechar semejante reparto para algo tan chiquito resulta, cómo mínimo, frustrante.
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En sus inicios la historia nos presenta algo así como una especie de Mcguffin que irá guiando la trama. Se trata de un artefacto tecnológico capaz de hackear cualquier conexión posible y provocar desastres mundiales. Es tan infantil el aparato como el rol de las agencias de inteligencia que deberán resguardarlo. CIA, MI6, BND y más serán representadas por las actrices protagonistas (Chastain, Cruz, Nyong'o, Kruger), que tras ciertos giros de guión aceptarán aunar esfuerzos.
Es cierto que "Agentes 355" tiene muchos problemas. Que las actrices fallan en las escenas de acción, que el guión es limitadísimo, que los personajes son vacíos, etc.. Pero hay algo que no es tolerable y es su falta de definición. Una película de acción que no sabe si quiere ser Misión Imposible o Los Indestructibles, solo puede traducirse en una experiencia poco satisfactoria. Esa especie de 'no lugar', donde no existe la inteligencia de una película de espías clásica, ni tampoco la autocelebración paródica del género, es el peor de los mundos.
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Seguramente en la cabeza del director Simon Kinberg esta película le haya parecido una idea magnífica, superadora o incluso disruptiva. Sin embargo, a la hora de llevarla a la gran pantalla los resultados son exactamente opuestos. Teniendo en cuenta que la idea nació mientras filmaba la lamentable "Dark Phoenix", tampoco habría que sorprenderse de mucho.