“Agentes 355” de Simon Kinberg. Crítica.
Una mas de espías, pero no mucho más.
Simon Kinberg nos presenta su segunda película como director, tras su fracaso con “X-Men: Dark Phoenix”. “Agentes 355” trae aparejada una elenco de nombres resonantes como Jessica Chastain, Penélope Cruz, Diane Kruger, Lupita Nyong’o y Sebastian Stan. A pesar de su internacional elenco, se las arregla para no proponer nada sólido. Llegando a las salas de cines el próximo 13 de enero, a fin de completar la cuota de acción no superheroica.
Un arma cibernética, que permite el acceso a todo lo que tenga rastros de tecnología, se encuentra dando vueltas por el mundo. Una agente de la CIA se ve involucrada en una misión para recuperarla, antes que caiga en las manos equivocadas. Para conseguirlo deberá aliarse con una agente francesa, una experta en informática inglesa y una psicóloga colombiana. Formando así un grupo al que luego se le sumará un misterioso personaje chino. Todas juntas intentarán que el mundo no caiga en la tercera guerra mundial.
Lo que más sorprende en el film, es la falta de química entre las integrantes del grupo. No se le exige que de repente sean todas amigas, pues la confianza es algo que se construye con el tiempo. Pero ni siquiera en sus puntos álgidos se sienten como un grupo homogéneo, por el contrario son cinco personas que luchan cada una por su causa. El interés romántico de la protagonista con su compañero tampoco se logra, Jessica Chastain y Sebastian Stan parecieran dos hielos expresando deseo.
Por otra parte el audiovisual falla a nivel narrativo. Sus puntos de giro son predecibles y en ningún momento logra sorprender al espectador, siendo una película de engaños y espías. Utilizando recursos convencionales y repetitivos, de un género que se encuentra en vías de extinción por su falta de verosimilitud. A su vez, el ritmo de la historia no es uniforme. Los frenéticos momentos de acción chocan contra la lenta pared que se crea cada vez que nadie está disparando en la pantalla. Jugando en contra la extensión de 124 minutos, sobrando como mínimo unos 20 minutos.
Podemos encontrar buenas intenciones en el giro que se le da al género de espías internacionales, pero no mucho más. Un elenco de este nivel amerita una historia más sólida, que deje de lado la espectacularidad de la acción por un momento. Simon Kinberg se presenta como un director difícil de defender en estos momentos, con dos tropiezos importantes en su haber. Sin embargo, con un gran tarro de pochoclos y sin grandes expectativas, “Agentes 355” puede resultar algo pasable.