Luego de un pequeño tropezón (Live by night, 2016) que Ben Affleck tuvo con su último trabajo en la silla de director, el cual él mismo ha dicho que la hizo borracho y en el peor momento de su carrera, llega su reivindicación.
Air no solo está a la altura de su perfecta filmografía anterior a la recién señalada, sino que también se perfila como una de las mejores películas del año.
Es increíble la épica que consigue darle a la historia de una zapatilla y el mundo corporativo.
La manera en la cual narra es tan sagaz como ocurrente.
Desde el viaje en ascensor de un personaje hasta lo que en la vida real sería una aburrida reunión de oficina, aquí es la gloria.
Así es Ben Affleck, que junto con su amigo y socio Matt Damon están revolucionando Hollywood por el modelo de negocios que plantean con su nueva productora en donde Air es su primer estreno.
Resulta que todos los trabajadores del film reciben puntos de las ventas que haga la película.
Al margen de eso y volviendo a la experiencia de ver este estreno, Damon vuelve a aportar su valía y enaltecer el rol que su amigo le encomendó.
Viola Davis -quien ocupa ese lugar por pedido expreso del mismísimo Michael Jordan- la rompe al igual que siempre.
Lo mismo sucede con Affleck en su rol secundario, Jason Bateman y el resto del fantástico cast.
Air es una película sin objeciones, aclamada por unanimidad.
Es de esos films que podés recomendar tranquilamente porque le va a gustar a todo el mundo.