Lo primero que les va a pasar una vez que salgan de la sala es detectar cada producto Nike que lleva la firma de Michael Jordan. Es inevitable. Antes no lo hacían y ahora, les aseguro, que lo harán.
Lo segundo, también se los aseguro, es que no podrán dejar de ver la pantalla, siguiendo de cerca la epopeya que hicieron los ejecutivos de la empresa para lograr atraer y cerrar un contrato sin precedentes con una de las estrellas más grandes del mundo del deporte de todos los tiempos.
Sin dudas, una de las películas del año, va a estar en la próxima temporada de premios, gracias a su sólido guion, brillantes actuaciones y una banda sonora única.
Ben Affleck lo hace de nuevo, delante y tras las cámaras, apoyándose en la clase de actuación de su amigo y compañero Matt Damon, pero también de secundarios de lujo como los de Viola Davis, Jason Bateman y Chris Tucker, entre otros. Una lección de cine.