Cómo el marketing cambió el deporte para siempre.
En el año 1984 Nike era una simple y apenas valorada marca de indumentaria deportiva norteamericana, que intentaba (un poco a los empujones y gracias a las ganas de crecer de su fundador Phil Knight) de encontrar su lugar en el complejo mundo de los deportes de élite y principalmente en el básquet y la NBA, la liga especializada que por aquellos años no era tampoco tan importante, ni mucho menos tan famosa. Su lugar en el podio de marcas era el tercero, detrás de las poderosas rivales Adidas y Converse, quienes acaparaban casi todo el mercado deportivo. Pero un hecho transcendental ese mismo año cambiaría para siempre el camino de Nike, la empresa y más que nada el del deporte en su veta más comercial y de difusión de sus productos. El responsable en cuestión del cambio fue Paul “Sonny” Vaccaro, un notable cazatalentos de futuras estrellas universitarias de básquet, que ingresó a trabajar a Nike y luego tuvo la idea de contratar al jugador Michael Jordan, quien era muy joven, pero ya mostraba dotes de crack en su desempeño. Vaccaro tuvo que luchar mucho para convencer a empresarios, publicitarios y hasta a la familia de Michael Jordan, con el fin de poder lanzar al mercado una línea de zapatillas y ropa que llevaría el nombre de Air Jordan.
AIR: La historia detrás del logo (2023) es la película que cuenta estos eventos, recrea toda una época (los años 80’) y de paso reflexiona acerca del “sueño americano”. Su director es el reconocido actor Ben Affleck, quien también se pone aquí en la piel del fundador de Nike, Phil Knight, en la cinta. El protagonista principal, Sonny Vaccaro, está interpretado por Matt Damon. Vaccaro es un hombre solitario, obstinado, que vive a la sombra de sus propias debilidades, como el juego y las apuestas, pero que con sus métodos cambiará para siempre al marketing deportivo. Participan de la trama también Rob Strasser (Jason Bateman), el jefe de Vaccaro; David Falk (Chris Messina), el representante de Michael Jordan, y Deloris Jordan (Viola Davis), la madre de Jordan y quién supervisaba por esos días la carrera de su hijo de 21 años. Todas son figuras muy importantes en función a la construcción dramática del relato.
El trabajo como director de Ben Affleck es verdaderamente notable. Su película da muestra de un estilo narrativo clásico, algo que ya casi no aplica o puede apreciarse en el cine actual hollywoodense, a no ser excepciones como el realizador Clint Eastwood. El cine clásico está constituido por una serie de convenciones, que a su vez es la que forman la tradición cinematográfica. Ben Affleck tiene muy claro estos conceptos clásicos y aquí lo demuestra desde el punto de vista narrativo y también con acertados rasgos visuales. No es fácil lograr una película tan entretenida, apasionada y tan bien recreada, pero sin embargo Affleck da muestras de su gran oficio como realizador.
AIR: la historia detrás del logo es un relato que habla del capitalismo y en un momento muy particular en Estados Unidos (la del mandato en la presidencia del actor y luego político Ronald Reagan), pero que a su vez no deja de dar pruebas que muchas veces la esperanza y los deseos de crecimiento son el mejor camino para llegar a cumplir los sueños tan anhelados. Ben Affleck es siempre mejor director que actor, su pulso se nota firme y seguro, y esta es una nueva oportunidad para disfrutar de su magnífica mirada acerca de la cultura del deporte y de los eventos que lo cambiaron para siempre.