Berneri inquieta y obliga a reflexionar
El es un joven arquitecto, serio, con trabajo. Ella también es arquitecta, a juzgar por el trato que le da un albañil, y es linda, alegre, animosa, creativa, impulsiva, y todas esas cosas que iluminan un hogar y el marido apaga con su mal humor. Visto desde otro ángulo, es linda pero cargosa, desatenta, manejadora, muy desordenada, medio gataflora, bastante inoportuna, y egoísta. ¿Pero cuál de los dos es más desatento, desconcertante y egoísta?
Anahí Berneri viene de hacer esa pieza tremenda titulada "Por tu culpa", prácticamente una mujer atormentada por sus dos hijos hiperkinéticos en un departamento, hasta que llega el marido y pasamos a otro grado de malestar. Ahora nos muestra a una pareja de profesionales bien instalados, con un hijito que es un amor y se banca todo (es un decir), los abuelos paternos muy cordiales, la abuela materna medio hippie, muy afectuosa. Esos chicos están refaccionando una casa vieja con arboleda y pileta para irse a vivir. Podrían dar envidia. Pero esos chicos ya son bastante grandecitos y todavía no saben madurar, ni llevarse bien, ni separarse del todo. Pareja tóxica, muestra de la actual generación, cada uno la calificará según la mire, y más de uno, suponemos, habrá de reconocer sus propios caracteres. Berneri es una observadora aguda, que sabe pintar situaciones, tensarlas, hacerlas bien creíbles, reconocibles y al mismo tiempo novedosas. Nos da pistas y deja que completemos la idea, como quien asiste a la casa de los vecinos y va deduciendo lo que no piensan decirle, ni siquiera decirse entre ellos, que es el mayor problema para alguna gente. Y nos va inquietando, cada vez más. Hace que todos necesitemos aire, no sólo los personajes, que Celeste Cid y Leo Sbaraglia representan muy bien, sin apelar a ningún recurso histriónico de mala novela (y jugando un par de escenas íntimas que todavía no se ven en ninguna novela). Equilibrando los malhumores, están el pibito Máximo Silva, debutante de natural simpatía, y sus dos abuelas en la ficción: Fabiana Cantilo y Marilú Marini, lástima que aparezcan menos de lo deseado. Coguionista, Javier Van de Couter. Fotografía, Hugo Colace. Sonido, Catriel Vildosola. Para ver en pareja (si se animan a ir juntos).