Aire

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

No es fácil sobrellevar todo lo que le pasa a Lucía, la protagonista de Aire. Al maltrato laboral que sufre en el supermercado donde es cajera, se suma en este único día que cuenta el filme, que su hijo de 7 años que tiene Asperger ha tenido una caída en el colegio, y debe dejar el trabajo e ir a buscarlo.

Y ella tiene asma.

Todo se complica en la película de Arturo Castro Godoy, porque a las vueltas para conseguir un permiso para ausentarse se le agrega que cuando llega a la escuela al pequeño Mateo lo trasladaron a un hospital. Y así, gastando los últimos billetes que tiene, Lucía trata de no desesperar, pero ve que el horizonte se le nubla. Se le aleja.

Aire es un filme sobre una Madre Coraje.

También, por su estructura se parece -salvando las diferencias - a Un día de furia de Joel Schumacher y Después de hora, de Martín Scorsese. Cuando todo puede salir mal, seguramente así suceda.

O no.

Julieta Zylberberg está casi el 100% en pantalla. Tiene la cámara ahí, encima, todo el tiempo. Carlos Belloso y María Onetto, otros ilustres del reparto, tienen participaciones más esporádicas, pero con peso específico fuerte.

En síntesis, es una odisea la que vive Lucía, y el espectador no hace otra cosa que compartir y sufrir las vicisitudes de un personaje que no crece, pero porque no puede ni tiene tiempo, como toda madre (soltera, o no) desvelada por su hijito enfermo.