Un emocionante drama de tono intimista, que el interesante realizador JASON REITMAN filma con indudable influencia de cineastas clásicos de los ochentas como Spielberg, Reiner o Clint Eastwood (imposible no pensar en LOS PUENTES DE MADISON). Una película sobre segundas oportunidades, profunda y con actuaciones sobresalientes, sobre todo de KATE WINSLET en su papel de “Madre coraje” apelando a todo su histrionismo y carga emocional.
Sin golpes bajos, entretenida y perfecta en todos sus rubros técnicos, es un filme que atrapa y golpea directo al corazón de los espectadores.