Al acecho

Crítica de Ricardo Ottone - Subjetiva

Se estrena comercialmente en Cine.Ar TV (el jueves 6 de agosto a las 22 y repite el sábado 8 de agosto en el mismo horario). A partir del 7 de agosto estará disponible en la plataforma Cine.Ar

El interés del realizador Francisco D’Eufemia por el paisaje como elemento fundamental a la trama se puede rastrear hasta su documental Canción perdida en la nieve (2015) dedicada al único exponente local del muy germano Cine de Montaña. Allí el coleccionista y docente Fernando Martín Peña sostenía que en ese género el paisaje opera como un personaje más. Y eso es exactamente lo que sucede en las dos películas de ficción de D’Eufemia, aunque aborden otros géneros. En Fuga de la Patagonia (2016, codirigida junto a Javier Zeballos) es el paisaje patagónico a la vez bello y hostil, tanto un escenario como un antagonista en la huida protagonizada por el perito Francisco Moreno de su cautiverio con los mapuches. En el caso de su más reciente película, Al acecho, se trata del Parque Pereyra Iraola en la Provincia de Buenos Aires.

Pablo Silva (Rodrigo de la Serna) es un guardaparque que, por un incidente que no se aclara del todo y cuya responsabilidad él niega, es trasladado desde el parque donde estaba asentado al Pereyra Iraola mientras su sumario se resuelve. Allí se pone a las órdenes de Venandi (Walter Jacob), responsable del lugar, quien le encomienda diversas tareas entre ellas el patrullaje de algunos sectores. En una de sus recorridos encuentra primero un zorro encerrado en una jaula al cual rescata y de allí la pista lo va llevando al descubrimiento de una red de caza furtiva y tráfico de animales. Silva no sabe en quién confiar y no reporta su descubrimiento, iniciando la investigación él solo, con los peligros que esto conlleva.

D’ Eufemia entonces aprovecha ese paisaje de Parque, por un lado agreste y rural y por el otro atravesado por lo humano, con las huellas de los asentamientos militares y la influencia de su cercanía con la zona urbana. Un escenario en que el protagonista se mueve con la familiaridad de su relación con la naturaleza y a la vez con la tensión que implica el peligro que allí acecha en cualquier rincón. La cámara lo sigue lo acompaña, se acerca o se aleja y muestra cómo se sumerge entre la vegetación y también entre las ruinas de las viejas instalaciones militares ahora recuperadas por lo salvaje.

Esta dualidad del paisaje está presente también en el protagonista. El film juega con las expectativas del espectador y lo mantiene en suspenso no solo en cuanto a la trama policial, acerca de quiénes son los responsables y hasta donde llegan las complicidades, sino también acerca del propio Silva con quien uno puede identificarse por momentos pero a la vez extrañarse de él, sabiendo que no termina de revelarse, que no están claros ni su pasado ni sus intenciones. Pero incluso ese extrañamiento no impide que se mantenga el interés por lo que le pasa y se pueda sentir cierta empatía.

Silva logra establecer algunas relaciones, sobre todo con el personaje de Camila (Belén Blanco) pero eso no hace que baje la guardia. Está, efectivamente, siempre al acecho y transmite también al espectador esa desconfianza de quien siente que no puede confiar en nadie, incluso acerca del mismo protagonista. Una característica fundamental del personaje de Silva es que es moralmente ambiguo y hasta un poco resbaladizo. No está claro si es una víctima, si es un farsante, si es alguien que quiere redimirse o si quiere involucrarse en una trama más turbia. Hay un paralelo entre este y el zorro enjaulado que rescata y con quien hace una conexión de cierta trascendencia. Un paralelo un poco subrayado pero que da esa idea del protagonista también como una criatura contenida pero salvaje.

Definida por sus autores como un Thriller Rural, Al acecho se trata de un entretenido film de género, que mantiene el interés y la tensión, con personajes bien construidos y complejos, diálogos fluidos y creíbles y escenas de acción secas y efectivas. D’Eufemia reafirma aquí su compromiso con el cine de género, el Western en el caso de Fuga de la Patagonia o el Thriller en el caso de este film (o incluso el Cine de Montaña como tema de su primer documental). Que el Western sea patagónico o el Thriller sea rural habla no sólo del interés del realizador por los géneros sino también de su voluntad de buscarles una vuelta, estirar un poco sus límites y explorar sus posibilidades.

AL ACECHO
Al acecho. Argentina. 2019.
Dirección: Francisco D’Eufemia. Intérpretes: Rodrigo de la Serna, Belén Blanco, Walter Jakob, Hector Bordoni, Pablo Ragoni, Facundo Aquinos. Guión: Fernando Krapp, Francisco D’Eufemia. Fotografía: Diego Poleri. Montaje: Francisco D’Eufemia. Música: Ariel Polenta. Diseño de sonido: Natalia Toussaint. Dirección de arte: Juan Pedro del Valle. Producción: Tomás de Leone. Producción ejecutiva: Maia Menta. Duración: 85 minutos.