Sin dudas que el australiano Sam Worthington es un intérprete en franco ascenso que va un poco más allá de su imagen y carisma. Luego de un papel algo robótico en Terminator 4, lo cual no estaba del todo mal porque parte de su organismo era mecánico, demostró en Avatar condiciones actorales interesantes. Esto lo fue confirmando en algún otro film y ahora lo ratifica en Al Borde del Abismo, film en el cual está casi todo el tiempo en pantalla y debe sostener todo el peso narrativo.
Viendo el film asoma el recuerdo de Ultima llamada de Joel Shumacher, en el que un hombre debe vivir una situación extrema en una cabina telefónica durante todo el film, algo parecido ocurre acá, pero en la cornisa de la ventana de un importante hotel de Nueva York, a la que se sube un hombre sin razón aparente. También films como El Plan Perfecto de Spike Lee y otros de ese estilo, incluyendo Robo en las Alturas, estrenada la semana pasada,
se recuerdan, porque hay un robo en la película y un gran rascacielos tiene protagonismo. Cosa que asimismo ocurre en Misión Imposible 4. Pero bueno, dejando de lado semejanzas, el thriller del danés Asger Leth juega con la caída al precipicio de este ex policía injustamente acusado de asesinato, durante casi todo su metraje. Él intenta llamar la atención de la ciudad y lo logra, provocando gran revuelo en la calle y en la prensa. Todo para
probar su inocencia, y también para disimular otras cosas generadas por él que ocurren al mismo tiempo y enriquecen la trama.
Con un elenco llamativo en el que se pueden nombrar al magnífico Jamie Bell, Ed Harris, Edward Burns, William Sadler y Kyra Sedwick, entre otros. Al Borde del Abismo cumple su cometido, entretiene con nervio y buenos recursos.