Raro thriller de sostenido suspenso
Este thriller haría un buen doble programa con la recién estrenada «Robo en las alturas», una comedia sobre un robo en el piso más alto de una torre neoyorquina. Sólo que «Al borde del abismo», ya desde el título, está presentado como un drama tremendo: en la primera escena un tipo se aloja en un hotel de Manhattan, pide un buen desayuno e inmediatamente sale a la cornisa y amenaza con suicidarse.
El presunto suicida es un ex policía falsamente acusado del robo de un diamante, lo que lo llevó a la cárcel, arruinó su vida, e incluso provocó la muerte de su padre. El falso culpable aprovecha la primera ocasión ara huir de la cárcel y plantarse en la cornisa del hotel esperando probar su inocencia o arrojarse al vacío. Como única demanda exige que la negociadora sea una policía famosa por haber fallado miserablemente en sus intentos por evitar el suicidio de otro policía en el puente de Brooklyn.
Está claro que el protagonista tiene otros planes totalmente distintos al suicidio, y lo que vuelve especialmente divertida a esta película es un guión tramposo no sólo en tono (el drama terrible se va volviendo más liviano y humorístico, aunque siempre puede volver a la seriedad del principio), sino también en los múltiples giros sorpresivos de una trama preparada para que, cuando el espectador crea que pudo adivinar todo, le cambie la historia en cualquier otro sentido. El concepto parece basarse en lanzar toda una serie de clichés del género para que, cada vez que alguien baje la guardia subestimando todo el asunto, la película lo sorprenda con una vuelta de tuerca inesperada.
El director danés Asger Leth no da tiempo para analizar demasiado las cosas: este extraño thriller tiene un ritmo endemoniado, y sostiene sólidamente la idea enervante de contar un relato que transcurre casi íntegramente en una cornisa. Los protagonistas, Sam Worthington y Elizabeth Banks, se las arreglan para que su absurda situación se sostenga durante casi todo el film, y un puñado de excelentes actores de reparto ayudan a que la diversión nunca decaiga, empezando por el caricaturesco villano Ed Harris, el dúo cómico Jamie Bell y Génesis Rodríguez (la super sexy hija del Puma Rodríguez), y otros actores excelentes como Edward Burns o William Sadler, en un rol misterioso sin desperdicio.
Entendiendo que es un híbrido bastante extraño, y que la trama no resiste el menor análisis una vez terminada la proyección, no se puede dejar de reconocer que en cuanto a ritmo y suspenso, «Al borde del abismo» es totalmente fiel a su título.