Se trata del primer filme de gran producción de un documentalista y asistente de director de otros colegas y, como no se la iba a perder, el danés puso todo lo que tenía. Un hombre se sube a una cornisa en pleno Manhattan, amenaza con tirarse al vacío y el caso queda en manos de una psicóloga que descubre el ardid: distraer la atención de la policía, los medios y la gente para que dos secuaces roben un diamante. Construido en dos tiempos (con acciones ocurriendo a la vez), con vertiginosos movimientos de cámaras y entrometiéndose en la intrincada corrupción policial, el relato parece a veces forzado y otras de inocente resolución. Sin embargo, consigue atrapar gracias a un secreto que se devela de a poco. Sorprende la belleza latina de Génesis Rodríguez (hija del "Puma") y un Ed Harris genial en su rol de malo.