Es una ficción con personajes reales, una cruza de ficción y documental, mucho más ambiciosa que mostrar a un hombre obsesionado con los OVNIS, que ha dedicado su vida a filmar extrañas apariciones en el cielo salteño, en Cachi, y a tomar testimonios de amigos y vecinos que cuentan como vieron luces azules, gente que se movía dentro de esos artefactos voladores no identificados, y la duración de tales fenómenos. Va mucho mas allá de las creencias de Antonio Zuleta que se dedica a registrar esos fenómenos desde l985. Y que desea que su hijo sigua su camino y su obsesión. No importa que este hombre llegue a Buenos Aires y se desilusionen de las explicaciones científicas y de las palabras de Favio Zerpa que se muestra dudoso. Lo que indaga el realizar Daniel Rosenfeld es el sistema de creencia de su protagonista, ese deseo insondable de respuestas al misterio. Esa particular fe. Pero también se interna en la necesidad de todos de dejar un legado, de irse tranquilo de esta tierra con la convicción de que su hijo continuará con esa “misión”. Es que cuando Zuleta se interna en ese desierto buscando respuestas, en un paisaje increíble, donde el humano gracias al encuadre se empequeñece ante la grandiosidad de la naturaleza, lo que persiste son las preguntas, el interrogante constante para entender misterios eternos.