Es la historia de una mujer que se revela frente a la poderosa organización de la ´ndrangueta. En su ópera prima el director Francesco Costábile toma el caso de Rosa, uno de los más fuertes de la investigación que realizó Lirio Abbate sobre la mafia calabresa, sus métodos de reclutamientos y sus códigos. Rosa vive una situación común para la mujer en esa poblaciónes rurales. Ella tiene un doble control en la organización patriarcal, la familiar y la omnipresente de la mafia que recluta a los jefes de cada familia, que a su vez “disciplinan” al resto del núcleo primario. Con ese doble rigor y el destino trágico de la protagonista, el director, el autor del libro y un equipo de guionista armaron un argumento contundente. Una trama de denuncia con la ejecución de una revancha desesperada, en un relato con elementos realistas y algún toque fantástico que moviliza un inexorable camino de sangre y justicia por mano propia. La protagonista, la potente Lina Siciliano se pone la película sobre sus hombros y cuando descubre el secreto sobre la muerte de su madre inicia un camino inexorable. No tiene muchos planes precisos pero se las ingenia para que nadie salga impune, aún a costa de su sacrifico personal. Con rubros técnicos impresionantes y elementos folklóricos y musicales potentes, el film conmueve y denuncia. La oscura sed venganza que desata una fuerza destructiva y de conveniencia para saciar tanta injusticia.
Una película del experimentado Fabián Forte que une la rebeldía de una adolescente a punto de ingresar legalmente a la mayoría de edad, que entre insatisfacciones y un juego en apariencia inofensivo entra en un curioso ritual. El filme que se que se inicia de esta manera y parece avanzar hacia un grotesco logra a paso firme adquirir una tensión, un despliegue de elementos y un clima que se acerca inevitablemente al terror y la sangre. La historia también ideada por el director incluye a tres personajes, una suerte de instructores, que quieren lograr que la iniciadora del juego se convierta en una bruja del clan, aunque un demonio poderoso ronda la casa y quiere hacer fallar todos los planes. Los rubros técnicos, vestuario, dirección de arte y fotografía están a disposición del director con logros llamativos y lujosos que ayudan a crear la tensión necesaria en el género. Para los que gustan de este estilo de films encontraran una rara mezcla de magia lujosa salpicada de sangre, apuñalada sin compasión.
Cada estreno de Pixar despierta expectativas y ansiedades. Y si bien Elementos no es una sorpresa que quedará en nuestro corazón ( ¿quién no tiene una favorita de esta empresa en la cabeza, Coco, Walle E ?) y resulta un tanto convencional en su contenido, pero también es disfrutable. El director Peter Sohn contó que la propia historia familia de emigración alimento el guión escrito John Hoberg, Kat Lokkel y Brenda Hsueh y ese es el nudo del argumento, lo que ocurre cuando se abandona una cultura propia, el dolor de los padres, la llegada a una gran ciudad construida especialmente para todos los elementos menos el fuego, la inauguración de un negocio familiar con mucho sacrificio y una heredera “condenada” al mandato de su padres. Toda la historia sobre la tolerancia y la lucha étnica es esencialmente correcta. Pero sin riesgo. Aquí el esfuerzo está en la utilización de las técnicas de animación de última generación que hacen a los de fuego y especialmente a los de agua, una maravilla visual muy explotada. Hasta ahora esos matices del agua son sorprendentes. Pero en la estructura la historia de amor que parece imposible, avanza con gags visuales y aventuras puestas con la exactitud de una receta pensada para agradar. Igual que las partes incómodas de las diferencias cultuales que no se profundizan demasiado. Lo visual es una diversión continua y grata que gozaran adultos y chicos.
Historias entrecruzadas de momentos cruciales en la vida de tres mujeres y tres hombres. Una reflexión sobre el valor de los recuerdos, la muerte inapelable y lo que sobrevive al dolor. La dura tarea de los que quedan vivos y todavía no saben qué hacer con la presencia inamovible de los muertos. Para un anciano es volver a los orígenes de un momento traumático y un destino que él llevó como peso. Para dos mujeres toca la despedida del hombre que amaron y sus objetos, la esposa y la amante con reacciones distintas a como seguir el camino. Una madre que no supo defender a su hijo y que llega justo para despedirse y darse cuenta de todo lo que perdió. Un fotógrafo que debe afrontar decisiones de otros y hace lo que puede con su profesión. Con un gran trabajo técnico y de armado que engarza con perfección a los distintos personajes que deambulan vivos pero aferrados a adioses irremediables, a los recuerdos que se resisten al olvido.
Es sin dudas una de las mejores del mundo DC sino la mejor. Andy Muschietti como director y Cristina Hodson como guionista(junto a Joby Harold), con el protagónico de Ezra Miller redondearon una historia de superhéroe con muchas escenas de acción, pero fundamentalmente hicieron el retrato de un joven vulnerable, quejoso, virgen, azotado por la desgracia, con quien identificarse emotivamente, cosas que generalmente no ocurre en las historias de este género. Ya en el comienzo del film todos son problemas parea Flash, porque además de sus dramas, se siente explotado en el trabajo y mal reconocido, como el segundo de Batman. Aunque se luce en un rescate de bebés increíble. Pero luego con la necesidad de probar que su padre preso es inocente y no mató a su madre, se meterá en otros universos donde lo esperan oscuridades, el despertar de un villano superpoderoso ( poco explotado Michael Shannon), una convivencia inesperada, y un Batman nuevo que es hasta capaz de explicarle la teoría de las cuerdas con unos fideos. Hay un momento que entre acción y efectos especiales el espectador no entrenado en seguir a estos personajes puede marearse. Hay que entregarse al devenir, que todo se resuelve con varias sorpresas y cameos. Más los chistes que introdujo Muschietti para los espectadores argentinos. Miller es un protagonista magnífico, con su aspecto físico y una entrega sin límites que le permite ir desde el humor a la desesperación y que lo hace un flash identificable e inolvidable. Muschietti es un director que maneja con seguridad también este género: aplauso, medalla y beso.
Es una impresionante ficción de suspenso y terror de Virna Molina y Ernesto Ardito que ellos presentan como una fábula inspirada en hechos reales. Que los jerarcas nazis se instalaron en nuestro sur y en muchos casos gozaron de una vida de impunidad no es un secreto. Por eso la historia que se cuenta de a principios de los años 60, con la llegada al país de una familia de prófugos nazis resulta fidedigna pero también es la excusa para reflexionar sobre el huevo de la serpiente. Sobre las posibilidades de un regreso a esa tragedia humana. Para interrogarnos como pueden repetirse la intolerancia masiva al diferente, el deseo de aniquilación, de solución final del otro. Cuánto de esa nefasta ideología persiste y se descubre en nuestros días. Interrogantes en una realización impecable donde los miembros de esa familia funcionan como el espejo de lo que ocurrió. Y como de manera repiten conductas: Perversiones, amistades secretas, delaciones, barbarie intrafamiliar. Filmada en alemán y castellano, con grandes talentos en fotografía, diseño de arte, sonido, la belleza y su contracara se enlazan para el desasosiego. El suspenso amenazante en un film inquietante siempre.
Para los admiradores del gran director y guionista surcoreano Park Chan-wook, se podrá ver este elegante policial en cine, en la sala Lugones, aunque ya forma parte de la oferta de Flow, Claro, Google play y Apple tv. Galardonado como mejor director en Cannes por este filme, que si bien toma todos los elementos del cine negro, del género policial, es también la historia melodramática de una pasión romántica interminable. Una verdadera obsesión para un policía metódico y joven por una mujer misteriosa y fatal, relacionada con la muerte de sus maridos. Además de la bella forma de contarlo, es un film que justo en la mitad parece tener un fin, o cuando parece comenzar de nuevo, de darse vuelta como un guante. La suma de belleza formal y estilo, la profusión de datos, la manera formal y profunda de mostrar a sus personajes ejerce sobre el espectador una fascinación única. Quizás también provoque la necesidad de una segunda visión para sacarse de encima el misterio y la incógnita y entregarse sin ansiedades al placer de verlo.
Es un policial muy particular ubicado en el ambiente competitivo y colorido de un concurso de peinados raros, donde más que descubrir el asesino lo que importa es que nos metamos de cabeza en ese mundo, para conocer a cada sospechoso y sufriente en el momento anterior al show decisivo. La película está realizada en totalidad con una steadycam (un soporte para cámaras que estabiliza la imagen en movimiento, un arnés que se sujeta al cuerpo del cameraman) y que supone hecha con una sola toma del principio al fin (con una labor impecable de edición). Como ocurrió en Birdman por ejemplo. Así se nos descubre un mundo de peluqueros que pueden ser sofisticados o terriblemente vulgares, modelos y ayudantes correveydile de ponzoñosos chismes, tramposos, apasionados, creadoras con terribles ataques de ira, amantes destrozados y todos los posibles asesinos imaginables. En el backsatage de ese teatro, con puertas y pasamos de impecable color rosa, todo puede pasar, un bebe que cuidan muchos, un guardia desorbitados, accidentes impresionantes y un espacio colorido, seductor y caótico al mismo tiempo. Por momentos se percibe mucha improvisación desbordada y exageraciones, pero la seducción del viaje al interior de los sospechosos es muy atractiva. Pelos de tonos únicos, peinados extravagantes, y un muerto al que le sacaron el cuero cabelludo al estilo indios de películas del oeste norteamericano. Mucho spray, color, batido y un pretendido glamour que se deconstruye con sus míseras criaturas desamparadas. Gran debut como realizador del guionista Thomas Hardiman.
Esta es la séptima de la franquicia y la primera después de cinco años de pausa desde la secuela de Bumblebee del 2018 y significa un regreso contundente y divertido. La aparición de los Maximals le aporta una gran novedad, estos transformes que hicieron su debut en una serie de 1996, tienen aquí un aspecto y una sorpresa que será festejados por todos. Un gorila, un halcón, un rinoceronte y un chita imponentes y queribles vienen a ponerle toda la atracción a los conocidos robots autos. Todos unidos trataran de vencer una amenaza terrible de parte de Unicron, grande como un planeta y voraz con cada uno de ellos que tiene su ejército de terracons. La historia tiene cinco guionistas que en realidad armaron un hilo argumental como excusa para tanta acción robótica y esperable, con un poquito de humor, y otra de lealtad, sacrificio y venganza. El otro ingrediente importante es la aparición de una pareja de humanos, un ex soldado con muchas necesidades económicas que no consigue trabajo y casi se convierte en ladrón y una arqueóloga apasionada y no reconocida que descubre un elemento fundamental para buenos y malos que se esconde en una suerte de halcón maltes. La química de Domenique Fishback y Anthony Ramos es buena, y es especial la transformación del muchachito a medida que avanza la historia. Todo servido para una diversión pochoclera, infalible, que transforma también a los adultos en niños deseosos de jugar con esos robots tan metálicos y poderosos como queribles.
El artista argentino Rodrigo Dermirjian encuentra el camino de la materia del adiós, del recuerdo que flota entre el humor y la lágrima, del balance y lo que queda del trabajo de toda una vida. Nada menos que la su padre el pintor Jorge Dermirjian que muere inesperadamente. Rodrigo es el encargado, ayudado por familiares y amigos, con los testimonios de ellos y algunos expertos, de pasar revista a esa herencia de matriz artística y vital que es el legado que recibe de su padre. Entre cuadros y dibujos, hay mas de dos mil obras de destino incierto. En este trabajo documental matizados por las charlas que mantuvieron, triviales y profundas al mismo tiempo, en climas de trabajo que pasan de la melancolía al humor, a situaciones tragicómicos, se reconstruyen las hilachas de una vida, las constancias de vivencias, los rastros de deseos, propuestas, ocupaciones , motores que estuvieron el marcha y hoy son una evocación. Un muy interesante trabajo.