Pusimos “documental”, pero no lo es. Tampoco una ficción “completa”: es la historia de Tony Zuleta, un tipo que cree en los ovnis y los filmó en su Cachi natal, y quiere pasarle esa pasión a su hijo, pero además corroborar la veracidad de todo el material que ha registrado. El film es más que su anécdota de viaje: es un retrato de diferencias y una reflexión sobre la fe, realizada como un cuento muy bello que borra el límite entre invención y documento.