Con el límite a flor de piel entre ficción y documental, la historia de un hombre obsesionado con los ovnis es el punto de partida para una película que habla de objetivos simples y la manera de cumplirlos.
Antonio Zulueta trasciende la pantalla, con su particular mirada sobre el espacio y sus habitantes, y en el recorrer sus pensamientos, con humor, sin solemnidad, hay una oportunidad para imaginar más allá de aquello que el director propone.