El vengador famoso
Se nota que Thomas Craven (Mel Gibson) no ve a su hija hace tiempo. La espera impaciente en el aeropuerto, la recibe con alegría contenida, como manteniendo distancia, la que tienen los que se sientes culpables por algo. Tal vez no fue el mejor padre para Emma (Bojana Novakovic), pero ahora quiere agasajarla, compartir un tiempo juntos. Sin embargo, ella está algo enferma, vomita, no se siente bien y cuando padre e hija se prestan a salir rumbo a un hospital, un encapuchado al grito de "Craven" dispara contra ellos asesinando a Emma.
Craven queda devastado, y como policía que es decide investigar quien trató de matarlo y en su lugar mató a su hija. Así es que Mel Gibson compone un personaje sólido, con los matices que la trama le permite y bajo de la dirección del experimentado Martin Campbell ("Casino Royale") se luce en un género que le es cómodo.
Es un duro decidido a todo pero que mantiene cierta debilidad como padre herido. Como contraparte tiene nada menos que a Ray Winstone y Danny Huston, dos villanos muy distintos entre sí. El primero, sutil, medido, indescifrable. El otro, un poderoso que carga con la parte más previsible y necesaria para equilibrar al personaje de Gibson. En el medio, conspiraciones, funcionarios corruptos, traiciones, en fin, todo lo que un filme de estas características necesita para funcionar. Y funciona.
Porque ofrece un giro violento mas propicio para los tiempos que corren. Tiempos donde la impunidad de los poderosos manda y la fantasía colectiva require ver corporizada, aunque sea en un filme, que alguna vez, una vez al menos, los tiros vayan para el lado de la justicia.