Es una superproducción que lo tiene todo, un argumento redondo, la utilización de efectos especiales espectaculares, dos protagonistas con buena química -Tom Cruise y Emily Blunt- y la traducción ajustada trepidante de la acción de un videogame al lenguaje cinematográfico. La tierra invadida por alienígenas está a punto de perder la última guerra. Un promotor de las bondades del ejército es degradado y puesto en combate, lo matan pero antes asesina a un extraterrestre: por eso esta condenado a revivir una y otra vez la misma situación, pero en cada repetición aprenderá y mucho para vencer al enemigo y de paso enamorarse. Entretenida del principio al fin.