Voy, y vuelvo, y vuelvo, y vuelvo y...
Thriller futurista donde el espectador se adentra en el mismo de una manera tan rápida como es infrecuente en el cine.Y hasta inmerso en una cierta rareza, fíjense: Tom Cruise es un mayor militar que prácticamente ha sido nombrado de prepo, y que ya en medio de un colosal ataque extraterrestre no tiene ningunas ganas de participar en la acción pero a veces no sirve cerrarse y eso se verá cuando es arrojado al centro de la acción, donde se libera el fuerte combate, y más raro es cuando se da cuenta que lo matan rápidamente y que cae en un agujero de tiempo que lo hará retornar una y otra vez incesantemente a la contienda. Claro que por la magia del cine y del género -pura Ciencia ficción-, ira entendiendo el porque de las cosas,
y habilitándose para poder vencer a los invasores, junto a una guerrera calificada (Emily Blunt).
Suerte de versión "Súper acción" de aquella inolvidable comedia "Hechizo del tiempo" (O su original "El Día de la Marmota)con cierta concomitancia es decir hay grado de comparación con aquél personaje de Bill Murray en el título citado y el de Cruise aquí. Tendrán ambos que ir y venir, y repetir hasta el cansancio lo ya transitado para poder llegar a manejar todo y salir de eso.
Doug Iman logra atraparnos con su cuentito del tiempo, y la oferta fílmica viene bien provista de efectos, fotografía, actuaciones y todos los chiches atractivos.Posee un ritmo incesante, imparable, logrado aún más en su primera hora que en su desenlace, pero reconforta su originalidad avasalladora. No es una peli pochoclera más, el eje de narración hará no darle respiro al espectador, y pensar bastante, y que sin dudas que si uno vaya a verla, lo haga en un cine. Ese es el mejor lugar para disfrutarla.