Bond extraviado en su propio laberinto La nueva peli del agente 007 no es mala aunque está bastante alejada de -al menos- las dos anteriores que realmente fueron destacables. El director Sam Mendes se une nuevamente al actor protagonista Daniel Craig, sin dudas el Bond más frío y oscuro de todos, y ofrecen una nueva aventura, aunque a saltos de cabalgadura con algo del pasado y personajes que tuvieron conexión anterior con el espía británico y su entorno. Con una muy buena apertura que recrea los festejos del Día de los muertos en Méjico, la trama como es costumbre va de paisaje en paisaje (Roma, Marruecos, Austria, etc) buscando resolver cuestiones o confirmando cosas, que en la mayoría de los casos quedan truncas o son poco entendibles, hay algunos fantasmas del pasado, más la novedad que JB se sale de eje para vengar la muerte de la anterior ´M´(que hacía Judy Dench), encima Craig en sus 47 años, asegura que se está despidiendo del célebre personaje. En esta producción, donde Christoph Waltz compone su villano en piloto automático, y hasta uno lamenta la muy acotada aparición de Mónica Bellucci, se suma un nuevo ´M´ bastante cínico (Ralph Fiennes). La canción de títulos tampoco posee encanto o ritmo pegadizo, es decir el agente secreto parece aquí más propenso a tener licencia para ...aburrir, de a ratos da esa impresión.
Es Amor lo que Sangra Guillermo Del Toro sabe como pocos mostrar un relato de horror gótico, y acaso no lo eran anteriores pelis como "El Espinazo del diablo" (2001)y su casi obra maestra "El Laberinto del Fauno" (2006), ahora el realizador ofrece una historia donde se deslizan la truculencia y cierto espanto, alrededor de un romance tan profundo como oscuro. Mía Wasikowska es la heroína que escribe cuentos de fantasmas y que habitará una mansión por demás de pintoresca y tétrica junto a su enigmático amor (Tom Hiddleston), un emprendedor que busca financiación para extraer del difícil suelo de su propiedad; la escarlata arcilla -una misteriosa materia prima-, y todo incluye a la hermana del hombre: una inolvidable Jessica Chastain, que compone un personaje tan perverso que enfrentando a su cuñada Mía, suponen un dueto más terrible que aquél integrado por Bette Davis y Joan Crawford en "Baby Jane". La estética, el diseño de colores, la relevante iluminación, una inmejorable dirección de arte, y sobre todo un buen guión redondean un filme que no está como ejemplo de terror con golpes bajos, sino que artísticamente se acerca -quizás como homenaje- al cine de la productora inglesa Hammer de los años 60, o al infaltable misterio e intrigas de Alfred Hitchcock, o los saturados melodramas románticos de la Universal en los años 50. Un de los grandes filmes del corriente año, sin dudas.
Robinson Crusoe en Marte Ridley Scott ha vuelto con lo que mejor sabe: narrar aventuras en el espacio. Cuando se habla de él una de las primeras pelis que se cita es "Alien, El octavo pasajero" (1979), uno de sus títulos notables. Ahora la emprende con una expedición a Marte donde la tripulación abandona al astronauta Marcos Watney, creyéndolo muerto. Pero pese a todo el mencionado intentará subsistir, y alargar su estadía aguardando su posible rescate, el tema básico es que carece de alimentación suficiente, así que algo habrá que hacer, la tierra queda lejos y los deliverys no existen por allí. Matt Damon es el protagonista que allí arriba, en pleno planeta rojo resistirá hostilidades climáticas y lucirá un ingenio digno del "MacGyver" más inteligente. De a ratos nos recuerda a Tom Hanks en "Naúfrago", claro que aqui Wilson no está y en cuanto al agua es relativamente inexistente, pero allí está nuestro hombre solito y solo en un paisaje inmenso y fotografiado de manera excepcional. El guión esta perfectamente desarrollado, no hay mensajes supuestos de existencialismo, solo importa que se hará con el pobre tipo que esta allá esperando respuestas. El director de "Los Duelistas" y "Gladiador" le pone el suspenso y la intriga necesaria para mantener expectante al espectador, y claro, un filme como éste no puede verse mejor ni lucir maravillosamente como en la oscuridad de una sala. Tambien hay un reparto significativo, con actuaciones precisas: Jessica Chastain, Kristen Wiig, Jeff Daniels, Michael Peña, Sean Bean, y Chiwetel Ejiofor. Y si de algo no carece la propuesta es de humor, tan inteligente y elaborado que hace la visión necesaria para el cinéfilo de uno los mejores filmes de este 2015.
Una Familia Nada Normal Cuando uno acaba de ver la última peli de Pablo Trapero, inmediatamente recurre a su memoria cinefila y repasa filmes criollos basados en casos de renombre, pseudo testimoniales como: Pasajeros de una Pesadilla -Caso Schoklender-, El Caso María Soledad -sobre Ma. Soledad Morales-, todas hechas por el extinto Fernando Ayala para ARIES, aquella productora exitosa, esto por dar unos meros ejemplos históricos. Ahora tomando un relato contundente y siniestro como el del denominado núcleo familiar de los Puccio, donde todos los componentes participaron de secuestros y asesinatos, el realizador de "El Bonaerense", "Leonera", y "Carancho" no escatima vigorosidad de formato thriller ni de ofrecer una buena reconstrucción de época necesaria para la propuesta (los años 80). Deja ver la frialdad obsesiva del padre a cargo de un Francella contenido en lo actoral, y casi lo mismo ocurre con el resto de los roles, como así sorpresivo es Peter Lanzani como Alejandro Puccio -el hijo mayor-, un filme lineal, subrayado en lo morboso como el claro momento donde el montaje muestra un secuestro violento confundiéndose con una escena sexual en un auto, destaca también que casi siempre apoya fotogramas en temas musicales conocidos y a la vez contundentes (Just a Gigolo por David Lee Roth, Wadu Wadu por Virus, etc), quizás mucho de esto hace del filme hoy un suceso exitoso de boletería. La pregunta del millón hoy es...a partir de ahora Trapero recorrerá los senderos del cine testimonial potentemente taquillero..??? En un reciente reportaje aseguró que tiene en sus manos otro caso memorable por filmar.
Lo real mata a la ficción Hacia falta un vasto elenco actoral, provenientes todos de distintos países latinos, desarrollar una amplia y potente coproducción al mejor estilo "Hollywood", y dotarla de buenos efectos, suficiente carga emotiva y algo de sorpresa para el espectador. Pero al verla, parece que en algo falla, en cierto punto hace agua -tanto su argumento como los recursos de narración-, el tema es casi todos conocemos las circunstancias, algunos personajes y demás situaciones acaecidas en la mina chilena en el 2010. Y esto parece decirle a la pelicula: "Esta vez la realidad si superó a la ficción!!". Porque los hechos fueron verdaderamente increíbles, impensables de resultado en cierto modo (falta de agua y comida, 70 días en lo profundo y oscuro, etc etc), a media carrera entre el relato testimonial, la historia de situaciones, algo coral, su toque de intriga y suspenso, y una meritoria fotografía e iluminación, este filme no logra redondear algo más que un correcto y sobrio estreno. Sobre los actores: Banderas está aceptable como el carismático líder, pero de a ratos exagera su convicción, Juliette Binoche resulta desaprovechada y poco agraciada con su papel, y son más discretos: Rodrigo Santoro como el ministro de minería chileno, y Lou Diamond Phillips (de origen filipino) como el capataz de la cuadrilla minera. Gabriel Byrne, que como se sabe es de origen irlandés compone a un francés, y así todo, tal que aparece el famoso animador chileno "Don Francisco" que en verdad se llama....Mario Kreutzberger...!
Comandos Mentales Decir que la última producción de Pixar está entre las buenas de verdad no es poco. Había que jugarse para una propuesta que narrara las experiencias internas por parte de una serie de personajes que habitan en la mente de las personas, en este caso se toma la historia de una nena que ya está entrando en la pubertad, y esos pintorescos dibujos son: alegría, tristeza, desagrado, furia y miedo. Lo brillante de la idea es como van accediendo a las vivencias humanas, y sin dudas un público adulto va entendiendo y disfrutando, pero los niñitos espectadores -quizás algunos se aburran-, solo entenderán que se puede disfrutar de las torpezas en algunos casos de estos mini personajes. De a ratos muy emotiva, y porqué no...conmovedora. Nos habla desde otro lugar de las emociones adormiladas, y hasta de como vamos dejando la memoria perdida de la niñez, la inocencia y algunos sueños imprescindibles, en esto hay un notable, marcado personaje que es aquél que encarna el supuesto "amigo invisible" de la pequeña. Todo está en uno, toda la complejidad absurda del universo interior. No es poco, Pixar lo sabe, y nos regala una muy interesante, significativa pelicula, que no se aleja tanto del mundo de construcción de las "Toy Story".
Los Dinosaurios no van a desaparecer Tardaron años pero lo lograron. El cine ya tiene una nueva historia de sus Dinosaurios más famosos. Sin dudas el universo Spielberg no se perdió, la magia y el encanto, significando el término "espectáculo" está dado afortunadamente.Y claro... volvemos como espectadores a la isla costarricense donde se ha creado un Parque temático con versiones mejoradas -domesticadas digamos- de los saurios, pero se sabe que siempre el diablo o mejor dicho el hombre mete la cola o peor aún la mano y pasa lo impensable, lo peor, que la genética retocada y sus experimentos de resultado desafortunado pueden traer. Hay una pareja bastante llamativa, él una suerte de Indiana Jones todo-terreno (el fachero Chris Pratt)y la directora del sitio temático (una fría Bryce Dallas Howard, la chica aquella de "La Aldea") que pese a toda la maroma de quilombos generados, se hacen un lugar para el deseo algo reprimido que tienen el uno con el otro. Y obvio los principales protagonistas del relato: los dinos de variado tamaño, altura y ferocidad. Con ellos se la pasa bomba y nos divertimos el rato que dura el filme, más sería pedirle peras al olmo. No faltan algunas cosas inverosímiles dignas del cine de grandes aventuras y que les toca en suerte a los niños que van a visitar el parque, como una salvadora caja de fósforos impecablemente seca a poco de haberse sumergido ellos en una catarata o como pueden en contados minutos arreglar una vieja camioneta y hacerla poner en marcha..."Cosas veredes Sancho..!". El diseño de sonido del filme es monstruosamente colosal y magnífico, y los efectos de alguna manera superadores de la primera -se sabe que ya han pasado 22 años de "Jurassic Park"-, en verdad está nueva producción puede ubicarse a la altura de aquella y es mejor que las dos pelis del medio.
Polémica en el Cine Estamos ante una curiosa "remake", algo que es infrecuente en el cine nacional, en esta caso una nueva mirada, actual hacia un tema social latente, pese a que desde el filme original (La Patota, 1960) de Daniel Tinayre, han pasado décadas y mucha agua bajo los puentes. La situación crítica de sufrir el personaje principal (Paulina, una docente), una tremenda vejación por parte de un grupo de marginales, antes eran muchachos de un colegio nocturno en la periferia porteña, hoy alumnos de una escuela humilde en tierras misioneras. Basándose en aquél exitoso drama, muy comentado y exaltado en tiempos de su estreno, aunque también víctima de palos de alguna crítica exigente, el director Santiago Mitre -el mismo de la destacada "El Estudiante" del 2011- retoma ahora la versión remozada, distinta de la temprana peli que protagonizara Mirta Legrand. Junto al guionista Mariano Llinás han trabajado para estos tiempos que corren si bien la misma idea, optando por cambiar ciertas aristas de la trama y el personaje central, aquella era un católica extrema y parecía solo buscar la redención cristiana, puesto que si bien tambien tenía visos de cine sensacionalista como usaba el recordado realizador de "Deshonra", El Rufián" y "La Mary", para que cada filme suyo fuese un éxito en la taquilla y sobradamente comercial, se intentaba mostrar un final moralista, reflexivo, algo también frecuente en la filmografía del prolífico Enrique Carreras. Aquí no hay moralina, sino una constante lectura acerca de la injusticia social, logrando que Dolores Fonzi -terrible buena actriz y rostro relevante- de a ratos parezca lograr una total empatía con el espectador. Ayer era conformar el concepto religioso de la Expiación, hoy se politiza el tema, el cual está dado en las numerosas charlas y discusiones entre Paulina y su padre Juez (Oscar Martínez), y eso es quizás lo que oxigene plenamente la historia, que hay que decirlo no posee golpes abajos (Qué hubiese pasado si la dirigía Adrian Gaetano por ejemplo...?). Un filme que logra quizás desestabilizar al público poco precavido que irá a buscar morbo, y que sirve si -en cambio- para que otros salgan de verla y la discutan por largo rato, que eso suele ser la pasta base del buen cine. Ver y discutirla.
Odiando Chicos El director Ariel Winograd tiene una absoluta coherencia fílmica: sabe rescatar el género de la comedia, sus obras anteriores: Cara de Queso (2006), Mi Primera Boda (2011)y Vino para Robar (2013), no son más que genuinas muestras de conocer como brindar al público una propuesta divertida a veces, no exenta de dicho encanto. Aquí con muy buen guión de Mariano Vera sobre idea de Pablo Solarz, cuenta la historia de un padre separado, que con su hija de 8 años, a la cual dedica toda su energía, tiempo y voluntad, se ve ante la llegada a su vida de Vicky, algo así como un amor no-correspondido, algo platónico desde su adolescencia, a la posibilidad de tener que ocultar a su descendencia, puesto que la hermosa mujer no soporta a los niños. Ni quiere tener propios y mucho menos tener que cuidar de hijos ajenos. Así el tipo deberá exprimir su sesera para zafar de situaciones azarosas y equívocas, lo cual como en cualquier comedia blanca da para la carcajada y hasta momentos conmovedores (la hija cantando esa belleza de tema de Spinetta con su padre en el festival de rock). De a ratos parece sugerir tambien que los enanos chicos (figurativamente digamos) suelen ser más inteligentes que los mayores, o al menos pueden elaborar mejores razonamientos que los adultos. Bien fotografiada -ese gigante de Félix Monti-, tiene su acertado ritmo y agilidad que la comedia precisa para sostenerse y no ser un bodrio aburrido, y es funcional a los archi-conocidos lugares comunes típicos del género. Pero el filme destaca tanto como las actuaciones de un Peretti siempre insuperable, una Maribel Verdú bella y deseable, los divertidos secundarios que juegan Martín Piroyanski, Fontova, Guillermo Arengo y Pablo Rago, y un debut mayúsculo de la terrible y encantadora pequeña Guadalupe Manent, que literalmente se afana la película.
Sexo, Drogas y Rock and Roll Un figura del pop de los años 70, el día de su cumpleaños recibe una carta perdida, olvidada, retenida por alguien que no debía, que le dedicó John Lennon con 40 años de retraso. Al recibirla, no puede dejar de pensar cómo ese mensaje hubiera cambiado su vida y su carrera de haberlo recibido a tiempo. El dilema es "Será ya tarde para hacer las cosas que todavía faltan..??". Al Pacino se mete en la piel del artista que ha hecho una carrera significativa, pero rodeada de excesos: mujeres, drogas, cataratas de whisky, y cierto egoísmo al nunca haber contactado a su único hijo -hoy ya adulto con familia propia-, basada en un hecho que ocurrió realmente (quédense en la sala al terminar que hay sorpresa en los créditos finales), la peli muestra al actor de "Tarde de Perros" y "Caracortada" en una memorable, terriblemente divertida actuación, lo cual indica que con un protagonista con menos lastre que el citado, la propuesta quizás hubiese hecho agua, pero no..está Pacino y encima canta bien!!. Ciertamente Don Al salva las papas haciendo de las suyas, ya que el personaje es absolutamente carismático y comprador, a su lado hay otras actuaciones que no pasan inadvertidas: Christopher Plummer como el amigo y manager de siempre, Annette Bening como una gerente de hotel y Jennifer Garner como su particular nuera. Aquél que acepte disfrutar de el actor, sin dudas saque ya mismo su entrada.