Oliver Stone visita Latinoamérica.
A partir de entrevistas a distintos presidentes de la región, entre ellos principalmente Hugo Chávez (a quien el documental parece haber sido realizado a medida), Evo Morales, Lula Da Silva, Cristina Fernandez de Kirchner, Lugo, Correa y Raúl Castro, consolida demarcar una abarcativa idea de el denominado “movimiento bolivariano”, cambios y sentido de unidad entre líderes sudamericanos ante las históricas y contínuas intervenciones norteamericanas, financieras, políticas y abruptas campañas organizadas para derrocar gobiernos elegidos democráticamente, el uso de los medios de comunicación, la acción del FMI tomando a países de la región como conejillos de indias para los experimentos financieros de su autoría, las innecesarias guerras y asentamientos militares con el único e inobjetable objeto de adquirir recursos naturales (petroleo, gas, agua).
El documental abarca una postura de Stone como observador, al lado de los líderes, invitado de honor de Chávez a quien el film intenta elevar a la altura de referentes como Castro o el Che Guevara, caracterizado como un monstruo latinoamericano y dictador, según los programas televisivos con formato de noticieros como en CNN y Fox, destinados a norteamericanos que no se involucran, que desconocen y ciertamente éstas emisiones no hagan más que alejarlos aún mas de la realidad. Chávez es mostrado desde su ascenso al poder, visitando las calles, su lugar natal y hasta jugando como un niño montado en una bicicleta, pero, Stone tambien hace una mirada al costado sobre muchos temas. No interioriza.
Es cierto que el documental tiene un formato y duración donde hablar de cada presidencia y el proceso en que cada uno de éstos presidentes ha sido electo, sus políticas dentro de cada país dentro del cual están involucrados está ausente en el film. Si bien todos éstos presidentes tienen una visión en común, han generado evidentes avances en relación a la unidad de Latinoamérica como un bloque politico, sus métodos no son iguales, no todos ellos provienen de los mismos orígenes, uno militar, otro religioso, indígena, o como nuestra presidente actual tan errádicamente describe: “Los actuales gobernantes nunca hemos sido tan similares a los gobernados”.
Sin embargo Stone es consciente de lo que ha significado Latinoamerica para los Estados Unidos a través de los años, conoce las operaciones militares, politicas y financieras que disimuladas para los norteamericanos han actuado y han procurado volver a hacerlo. Las mentiras evidenciadas en el archivo de programas televisivos son contundentes.
Stone ha perdido algo a lo largo de su carrera cinematográfica, con Comandante, Looking for Fidel o Persona Non Grata, retrataba conflictos de Castro y Arafat, en largos subrayó la conspiración y asesinato de JFK, poniéndose en contra a gran parte de la sociedad Norteamérica a partir de ese gran film polemico y quizas uno de sus mejores, dejó de ser visto como el veterano que estuvo combatiendo en Vietnam mostrando la guerra que vió con sus propios ojos. Nixon y recientemente W., lo notaron interesado nuevamente sobre presidentes norteamericanos, sobre ésta última sin reparar al instante de jugarse con un guión liviano.
En breve llega Wall Street: Money Never Sleeps, recientemente presentada fuera de competencia en Cannes, otro film olvidable donde destruye al excelente personaje de Gekko interpretado por Michael Douglas.
Al Sur de la Frontera tuvo un estreno atípico en Argentina, las salas más importantes no han albergado al film, una conferencia en la UBA mediada por Jorge Lanata donde Stone cuidó sus comentarios.
El film es presentado por dos productoras locales y la participación del Centro Cultural Caras y Caretas.