De todos los géneros y subgéneros existentes, es curiosa la elección del actor Max Minghella para su debut como director. Mayormente conocido por sus roles dramáticos (el último, el amable Nick en The Handmaid’s Tale, el próximo, una víctima más en los juegos de Jigsaw en la nueva Saw), Max es hijo del fallecido director Anthony Minghella (las laureadas The English Patient, The Talented Mr. Ripley, Cold Mountain) por lo cual muchos esperaban que siguiese sus pasos en la materia. Lo cierto es que el joven actor se decantó por el drama musical, y narra las aspiraciones de una jovencita que pretende batallar contra lo imposible para cumplir su sueño de cantar. Con un guion de su propia autoría, Minghella firma con Teen Spirit una historia de superación que ya hemos visto antes, pero con un envoltorio pop y chicloso que la favorece.