Max Minghella (“The Handmaid’s Tale”) hace su debut tras las cámaras en este pequeño pero prolijo film titulado “Teen Spirit”, el cual también se encargó de escribir. La historia es bastante convencional y conocida, la cual por momentos transita varios de los lugares comunes de los periplos emprendidos por artistas musicales que buscan alcanzar la fama y la fortuna.
Este largometraje cuenta la historia de Violet (Elle Fanning), una introvertida adolescente que vive en la Isla de Wight, en Inglaterra, y que sueña con convertirse en una estrella del pop para así poder alejarse de su triste panorama familiar. Con la ayuda de un inesperado mentor, Vlad (Zlatko Buric), Violet se inscribe en un concurso de canto que pondrá a prueba su integridad, talento y ambición.
Lo atractivo del acercamiento de Minghella a la temática enunciada radica en su aproximación indie e intimista que se centra más que nada en sus personajes en lugar del contexto que los rodea. El principal problema que atraviesa su relato es la familiaridad y el mal timing para su estreno, ya que hace poco llegaron a las salas “Vox Lux” y “Her Smell”, films con premisas similares más allá de ciertas diferencias musicales. El fuerte de la cinta se encuentra en la sentida e inspirada interpretación de Elle Fanning y su relación con el mentor compuesto por Zlatko Buric, en una dinámica entretenida e interesante que sirve para explorar algunos planteos morales que conlleva el vínculo entre ellos y las imposiciones de la industria musical. El espectador se encontrará con una producción entretenida y con buenos números musicales pero no más que eso, digamos que los que busquen algo más que un relato pasatista se verán algo decepcionados. Igualmente el relato nunca intenta ser más de lo que es, desde el principio se posiciona como un divertimento ligero pero bien elaborado.
Por otro lado, la crítica hacia los productores y las empresas discográficas que propone Minghella sirven para poner en evidencia ciertas estrategias actuales por conseguir la novedad sin importar los resultados. Todo esto se puede ver en una breve pero funcional participación de Rebecca Hall como la inescrupulosa representante del certamen que busca “cazar” nuevos talentos ofreciendo beneficios tempranos pero que a la larga desfavorecerán a los mismos artistas.
En cuanto a los aspectos técnicos, resalta una atractiva fotografía de Autumn Durald (“The Sun is Also a Star”) que acompaña visualmente a la parte musical con una cuidada puesta en escena y una iluminación acorde a los sentidos números musicales.
“Alcanzando tú Sueño” es un film sencillo y sin pretensiones que a pesar de transitar por varios convencionalismos de este tipo de historias que retratan el ascenso de los artistas, sale adelante por una interesante crítica del director a la industria y una sentida interpretación de Elle Fanning.