La trama de Teen spirit es una que ya se vio mil veces. Joven tímida en un ambiente no propicio para desarrollar su talento se mete en un concurso para convertirse en la nueva estrella pop. Por supuesto esto no tiene nada de malo, hubo miles de casos de películas y hasta shows que trabajaron esto con resultados increíbles.
Teen spirit es la contra de muchas de esas películas que al fin y al cabo sabían lo que eran, conocían sus limitaciones y sabían trabajar con ellas. La ópera prima del actor Max Minghella (The social network, Horns) es una de esas producciones indies que tratan de esconder, mediante una producción aparatosa, que se trata de una historia más del montón.
Si a eso se le suma una apática Elle Fanning el resultado no es muy alentador. Y eso que la actriz, hermana de la más talentosa Dakota, no suele dar malas actuaciones, pero tampoco tiene el suficiente carisma como para que nos importe las aventuras de esta adolescente en un contexto rigurosamente religioso. Fanning ha dado anteriormente personajes adolescentes conflictivos muy interesantes pero estos estaban incrustados en propuestas que exigían ese tono, acá ya se empieza a ver signos de cansancio en una actriz que da para mucho más.
Lo interesante, hasta ahí nomás, son unos pequeños videos musicales que sirven para hacer avanzar a la trama y que son los momentos en donde Minghella pone en la mesa sus mejores ideas de puesta en escena ayudado por el director de fotografía Autumm Durald. Son pequeños destellos que hacen llevadera una trama que despierta poca empatía. No es que sean excelentes (cualquier director de videoclips musicales podría hacer algo mucho mejor) pero la mezcla entre las canciones cantada por Elle Fanning de éxitos conocidos por todos (ahí suena No doubt, Katy Perry, Ariana Grande entre muchas más) y las imágenes son una idea más que bienvenida.
El resto del reparto acompaña y pone su profesionalidad al servicio de las decisiones del director. Por ahí deambula una olvidada Rebecca Hall y Zlatko Buric un poco mejor predispuesto para esta producción. Teen Spirit no genera nada nuevo a pesar de contar con algunos buenos momentos, más que nada musicales, que son lo más valiosos de esta propuesta. Tampoco se le puede negar talento a Max Minghella pero como reza el dicho, tiempo al tiempo. Valoración: Regular.