Está vendida como la película con el mayor presupuesto que haya tenido una producción original de Netflix. Fueron 200 millones de dólares, y mucho de esos billetes habrán ido a los bolsillos, y si no entraban, a las cuentas bancarias de Ryan Reynolds, Dwayne Johnson y Gal Gadot, el trío protagónico de esta comedia de acción que estrena antes en cines que en streaming.
Sí, porque Alerta roja o Red Notice lo hace este jueves 4 de noviembre en un puñado de salas, y en una sola función nocturna, y desembarcará en ocho días, el viernes 12 de noviembre, en la plataforma de la N roja.
¿Es una película de acción? Hay peleas, huidas, persecuciones, tiroteos. Chequeado.
¿Es una comedia? Ryan Reynolds tiene más gags verbales que Dwayne Jonhson. Sí. Chequeado.
Es una de esas películas como las que vimos infinidad de veces, sobre un robo (o dos, o tres), sin ir más lejos como El ejército de los ladrones, otra producción de Netflix que estrenó hace menos de una semana.
Pero lo que hace la diferencia en Alerta roja es que está Ryan Reynolds delante de la cámara.
No es el tipo de filme en el que importe demasiado el talento sentado en la silla del director. Alerta roja es una con Ryan Reynolds, en la que Dwayne Johnson impone su físico y Gal Gadot vuelve a demostrar por qué es una estrella de Hollywood, con su simpatía y su cara de estar de lado que hay que estar, aunque aquí no le pidan demasiado desarrollar sus dotes de actuación.
Película de robos, que arranca con uno
La alerta roja es la orden de aviso de Interpol de que está buscando a un delincuente. En el caso, un agente del FBI, John Hartley (Johnson) es avisado por El Alfil (un criminal, bah) que una joya, un huevo de orfebrería valiosísimo de tiempos de Marco Antonio y Cleopatra está por ser robado de una exposición en un museo italiano.
Y allí llega, junto a gente de Interpol local, y ante el asombro de los ineficaces italianos -por qué será que los estadounidenses siempre son más inteligentes en las películas de Hollywood-, la pieza que están todos observando en el museo, es falsa. John le derrama Coca-Cola, y se desintegra.
El huevo ya está en poder de Nolan Booth (Reynolds), que está allí mismo, y como van a cerrar el Museo de inmediato, se dispone a huir.
Resumiendo: quien consiga ese huevo, más otro que está en poder de un mafioso italiano en Valencia y un tercero de paradero desconocido, se hará de una millonada en dólares, tanto como para poder hacer tres películas como Alerta roja.
Y como toda película de acción de buena parte de este siglo, se filma en distintas locaciones alrededor del mundo. O se hace pasar como que es así, porque hasta llegan a la Argentina, en una secuencia que, quizá, tal vez, en una de ésas, exaspere a más de uno, por algo que no vamos a spoilear aquí.
Lo dicho, Reynolds tiene una habilidad para la comedia que hace que cualquier cosa que diga o actúe le sienta bien. De Deadpool a Free Guy, el tipo es entrador, y supera las monotemáticas expresiones de Johnson, con cuyo personaje Nolan deberá aliarse -la típica pareja a la fuerza-para conseguir los otros huevos y atrapar a El Alfil (sí, es Gal Gadot, como se imaginaban y se sabe a poco de comenzada la proyección).
Que el guion tiene más incongruencias que discurso de político en campaña es tan cierto como que la secuencia del helicóptero Dwayne Johnson se la debe haber robado a su “amigo” Vin Diesel de alguna Rápidos y furiosos.