"Alpha" no es "La guerra del fuego", pero de un modo más intimista sostiene un relato sobre la evolución del hombre prehistórico, ahora a través del relato de cómo un adolescente perdido de su clan entabla una amistad con un lobo. Sería algo así como el nacimiento de las mascotas, aunque la intención del director Albert Hughes es más amplia, ya que intenta dar una pincelada humanista a ese mundo que, en un principio, se describe más bien implacable.
El protagonista es el hijo del jefe de la tribu, que lo prepara para el acontecimiento más importante en esa sociedad: la gran cacería del búfalo. En estas escenas es cuando el film luce, ya que tienen todo el impacto que este tipo de película necesita. Pero algo sale mal durante la cacería y el chico es dado por muerto al caer de un risco. A partir de ahí el guión describe una esforzada lucha por la supervivencia en la Europa llena de peligros de hace 20 mil años. Allí el adolescente preshistórico comienza su amistad con el lobo que intentó atacarlo. "Alpha" no es tan intensa como otros films prehistóricos, pero es un sólido producto de aventuras con imágenes atractivas.