Lo que en el arranque parece otra versión más de “Bravehart”, termina siendo una de las más entrañables historias de amor entre un hombre y un animal.
La supervivencia de un expulsado a partir del encuentro con “Alfa”, un lobo ermitaño que terminará ayudándolo, construye un relato inspirador y potente. A destacar: la sencillez de la relación entre el hombre y el lobo. Lo peor: el abuso del digital.