Pablo Fayó, hace ya tres décadas, comenzó a publicar sus páginas en la revista Fierro, uno de los íconos pop del cómic de su generación. El amaba las historietas y desde pequeño estaba inmerso en ese mundo. Su genio y firmeza se destacaba en ese universo de grandes autores, hasta que en un momento, ese vínculo se apagó. Ese motor, dejó de funcionar y Fayó decidió dejar las historietas.
Y se inclinó por dejar la pluma y la tinta y ponerse una guitarra al hombro.
Y más que eso, decidió cantar tangos y pasar la gorra. Gran cambio, si los hay. "Algo Fayó" es un registro documental sobre este artista, quien a lo largo del film, se ocupará de describir como es su vida y alternará algún secreto o tema reservado, con el hermetismo de algunas otras ideas que le son propios y que nos generan cierta curiosidad. Vive en La Paternal, y es un hombre culto que modificó su vida, en momentos en que muchos de nosotros se hubiesen aferrado al éxito y a la comodidad económica.
Detrás de las cámaras, un director (Santiago García Isler) predispuesto a la indagación con entusiasmo. Hay algunos tangos, charlas de amigos, recuerdos, fotografías, publicaciones, reflexiones sobre el mismo rodaje y un registro prolijo que a veces choca contra la voluntad del personaje principal (dice muchas veces "no voy a dar detalles de mi vida privada" y protagoniza un documental sobre él...) de proveer información. Sin embargo, "Algo Fayó" se las ingenia para ofrecer un registro atractivo, sostenido por la magnética personalidad del escritor.
Su visionado es agradable y la temática, interesante. Nos queda para el final esa extraña sensación de haber conocido a una gran personalidad del mundo de la historieta, en un momento distinto de su vida, donde cuesta imaginarlo a la luz del potencial de su trabajo. Pero somos libres para elegir lo que deseemos.
Y en ese sentido, "Algo Fayó" abona esa idea y transita por los caminos correctos.