Alguien más en quien confiar es un documental dirigido por Matias Lojo y Gabriel Patrono. Cuenta, tal como su afiche indica, la cronología de El Reloj, mítica banda nacional.
La banda tiene sus origenes en el año 1970 y los entrevistados coinciden que fue una banda muy adelantada a su época. Juan Locomotora Espósito (quien brinda su testimonio póstumo) fue el primero en utilizar dos bombos en la batería.
El documental cuenta la historia de la banda de manera lineal, relatada por varias y diversas voces. Sus integrantes, periodistas, gente que supo asistir a sus recitales e incluso Willito Ponce brindan testimonio. En el caso de Ponce podemos vincular a este documental con El blues de los plomos (2013). Aquel documental de Patrono en conjunto con Paulo Soria se ocupó de poner en primer plano a los técnicos que hacen posible un recital. La presencia de Willito, plomo de El Reloj, sigue dignificando este rol muchas veces invisibilizado.
Luego de la de la formación, la época en que tocaban en un patio y los jóvenes se pegaban a la medianera a escucharlos (Ricardo Iorio incluído). Remarcan la importancia del boca a boca en su primer concierto que convocó 2000 personas. Su historia se vincula con la de todos nosotros al mencionar como fue atravesar la última dictadura militar siendo parte de una banda de rock.
Además de los invaluables testimonios se incluyen algunas secuencias animadas para resumir determinados momentos. Esta inclusión ayuda a que quizas aquellos que no están tan interesados en la temática no se aburran. Aunque la banda tiene una historia interesantísima: algunos integrantes fallecieron, se separaron, se quisieron volver a juntar. Y da cuenta constante de lo adelantados que fueron a su época: por ejemplo, incursionaron en los sinfónico de modo instintivo, para estudiar después.
Alguien más en quien confiar se convierte así en un documental necesario. Nadie es profeta en su tierra dicen, y es verdad. Parafraseando al mismo documental, si la banda se hubiera formado en Liverpool sería referente mundial. Gran aporte cultural la puesta en primer plano de una banda que merece ser más popular.