Un film infantil en el mejor sentido del término: el mundo visto por chicos de diez años. Una muerte -la de una maestra- es la que desencadena ciertas tristezas y cierta culpa en estos chicos que están, como cualquiera en cualquier lugar del mundo, hartos de la escuela. El realizador Matías Rojo trata su material con la sensibilidad y la dfistancia justa como para que comprendamos a estas criaturas y nos pongamos en su lugar. Un bello film en clave menor.