Un juego de espías en la guerra
En plena Segunda Guerra Mundial, dos espías son enviados a Marruecos con la misión suicida de matar al embajador alemán. El (Brad Pitt) es un oficial canadiense que trabaja para el servicio de inteligencia de la Fuerza Aérea británica, y ella (Marion Cotillard) es una agente de la resistencia francesa. Los dos sobreviven a la misión y no sólo eso: se enamoran, se casan y tienen una hija. Pero después de un año la pareja se pone a prueba: las autoridades británicas creen que ella se hace pasar por otra persona y que es una espía alemana. "Aliados" remite superficialmente a clásicos como "Casablanca" y los libros de John Le Carré. Robert Zemeckis ("Volver al futuro", "Forrest Gump", "Náufrago") sabe cómo entretener y cómo contar una historia, pero el realismo no es lo suyo, claro, y está marcado por vicios hollywoodenses. En ese contexto, no es extraño ver en "Aliados" situaciones inverosímiles como Brad Pitt jugando al héroe solitario delante de torpes nazis. Sin embargo, si vamos a analizar el nudo central de la narración, hay que reconocer que la película logra mantener la tensión mediante pequeños giros, sin grandes sobresaltos ni golpes bajos, y sus personajes nunca se desdibujan. También se agradece que no haya vueltas de tuerca sobre el final y que se mantenga el estilo clásico. La presencia de Marion Cotillard es otro punto alto de la película. Brad Pitt, en cambio, sólo termina siendo una discreta compañía.