Robert Zemeckis homenajea al cine clásico de la década del 40´ en un drama bélico en el que abundan los lugares comunes.
La historia de Aliados nos remite a la ciudad marroquí de Casablanca —año 1942— en medio de la Segunda Guerra Mundial, dominada por el régimen nazi. Max Vatam (Brad Pitt) es un espía británico del bando aliado que conocerá a Marianne Beauséjour (Marion Cotillard), una compañera de la resistencia francesa, quien tendrá que fingir ser su esposa hasta completar, ambos, una peligrosa misión ligada a un lugarteniente nacionalsocialista.
Inmersos en este ámbito la pareja se enamorará a tal punto, que cuando finalice la mortal misión, Max le ofrecerá matrimonio a la bella y extrovertida Marianne. Los dos se mudaran a Londres en donde contraerán matrimonio, tendrán una niña, conformado así una feliz familia. El problema surgirá cuando el gobierno de su país le comunique a Max que su mujer es una espía alemana infiltrada.
Aliados posee una calidad de diseño y producción exquisita. El vestuario, los decorados, la ambientación en sí, nos remonta a los dramas clásicos de los años 40´ y dialoga con la época dorada de Hollywood, la del star system, en la que las parejas de actores glamorosas cautivaban con su carisma. Y aunque Cotillard y Pitt tienen una química innegable, con esto no basta.
El problema del film es su estructura narrativa: es como un sinuoso camino de montaña, hay veces que nos detenemos a contemplar bellos paisajes y otras que el viaje se hace largo y tedioso. El ritmo se torna muy irregular, encima Zemeckis se entusiasma con escenas metafóricamente burdas como cuando la pareja hace el amor en un auto mientras afuera hay una furiosa tormenta de arena, o cuando Marianne pare a su hija en medio de estruendosos bombardeos surrealistas que parecen fuegos artificiales.
Esta historia partida en dos bloques —el que sucede en Casablanca y el melodrama cliché que transcurre en Londres—, a pesar de su encanto vintage no logra conseguir la tonicidad de aquellas películas clásicas legendarias a las que rinde tributo.