Alias Yineth, de Daniela Castro Valencia, Nicolás Ordóñez
Por Ricardo Ottone
Yineth Trujillo es el nombre de la protagonista. Pero es uno de los nombres, el último nombre, o más bien el que sintetiza todos los anteriores, el que marca cierta llegada a un destino que, de todos modos, sigue abierto. Yineth nació, con otro nombre, en un pueblo rural de Colombia, de una familia numerosa y pobre, y a los 12 años fue reclutada a la fuerza por las FARC que controlaban ese territorio. Su ingreso a la guerrilla fue el tributo que tuvo que dar su familia por ser pobre. Como no tenían para contribuir económicamente, lo hacían entregando una de sus hijas. Con un nuevo nombre empuñó las armas y se fue a combatir como guerrillera durante unos cuantos años hasta que logró escaparse. Así pasó por diversos trabajos de supervivencia con nuevas y diferentes identidades hasta desembocar en su presente, ahora como Yineth y como integrante de un programa gubernamental de reinserción social de ex combatientes.
Si los siete nombres a los que alude el título son identidades en tanto que definen momentos o períodos en la vida de Yineth, el documental de Daniela Castro y Nicolás Ordóñez los toma como capítulos para estructurar su relato. Un nombre definiendo una etapa aunque, en cualquier caso, las importantes son cuatro: La de niña pobre (y después sabemos, abusada), la de guerrillera, la de fugitiva de la guerra sobreviviendo con diferentes trabajos y la de trabajadora gubernamental hoy casada y con dos hijas.
Alias Yineth forma parte del proyecto Alias que arrancó con el film Alias María (2015) del cual Daniela Castro fue asistente de dirección y fue donde conoció a Yineth. Este proyecto transmedia del gobierno colombiano, que en su anterior entrega también trataba de exponer la realidad del conflicto entre el gobierno y las FARC, marca la agenda del film. Yineth es un caso testigo, alguien que fue víctima de la guerra, que estuvo en ambos lados, como guerrillera y como empleada del gobierno, cuya vida entera está marcada por el conflicto. El film no es neutral ni ambiguo en este sentido y apuesta al proceso de paz, lo cual se ve claramente en la incertidumbre que se plantea ante el resultado negativo del plebiscito donde ganó el No. Su motivación, al igual que las charlas que da Yineth en diferentes contextos contando su historia, es la de concientizar acerca de la necesidad del éxito de este proceso.
Este compromiso con la posición gubernamental también presenta cierta limitación. Cuando fue reclutada por las FARC, Yineth no tuvo posibilidad de elección y esto se remarca. Cuando entra en contacto con el gobierno, si bien dice que fue la decisión más fácil de su vida, también cuanta que la opción era “45 años de cárcel o la ruta de la integración”. No parece una elección muy libre y cuando se menciona el hecho el documental sigue de largo sin profundizar en el tema.
La realidad política de Colombia está como marco y como tema, pero lo que está en primer plano es la historia de vida, donde lo emotivo toma un carácter relevante aunque sin caer en la manipulación emocional. El documental es bastante sobrio, lo cual es destacable teniendo en cuenta lo que su protagonista tuvo que atravesar. Contando su historia Yineth más de una vez se quiebra y la cámara se queda con ella pero no la invade, la espera y no la persigue, logrando una empatía genuina sin necesidad del golpe bajo o el subrayado lacrimógeno. El documental presenta además algunas ideas interesantes como cuando hace a Yineth desfilar con los trajes que, al igual que los nombres, representan una parte de su vida, el de funcionaria, el de bailarina de club nocturno o el de guerrillera, y desde un principio logra interesar en un personaje con una historia tan rica como su personalidad y su capacidad de reinventarse y salir adelante.
ALIAS YINETH, LA MUJER DE LOS SIETE NOMBRES
Alias Yineth, la mujer de los siete nombres. Colombia, Argentina. 2017.
Dirección: Daniela Castro Valencia, Nicolás Ordóñez. Intérpretes: Alba Yineth Trujillo Verján. Guión: Daniela Castro Valencia, Nicolás Ordóñez. Fotografía: Mauricio Vidal. Música: Alejandro Kauderer. Edición: Alejo Santos, Juan Soto. Duración: 71 minutos