Una historia dispersa
Lamentablemente esta secuela no logró superar la calidad de la primera entrega, que si bien fue buena y entretenida, tampoco era la octava maravilla. Más allá de que el film no logra entretener, tampoco tuvo buenos resultados de recaudación, lo que derivará seguramente en que no haya más películas de esta saga. Es una pena, porque el universo de Lewis Carroll es basto, atractivo y bizarro en el buen sentido. Si se hubiera manejado mejor la producción probablemente los resultados habrían sido más favorables.
Vamos a ser claros. Los efectos audiovisuales son fenomenales como lo fueron en la primera película y hasta mejores. Hay un gran despliegue de colores, personajes locos y mucha acción.
Si sos de los que se conforman con ese pack, seguro la pases bien, aunque seguramente cuando salgas de la sala de cine te quede un gusto a poco y en un par de semanas te olvides de qué trataba la peli. Creo que el director James Bobin ("The Muppets") no se pudo acomodar demasiado en la silla de Tim Burton y terminó dando a luz una película demasiado ruidosa y dispersa. Hay demasiadas sub tramas, algunas de muy poco interés y que podría haberse recortado. Te enganchás un rato y te aburrís otros. Esto no debería pasar con una historia tan rica como esta.
Por otro lado, en lo que a interpretaciones se refiere, Sacha Baron Cohen ("Borat") no me convenció demasiado en su rol. No llegaba a ser divertido y tampoco lo suficientemente serio cuando debía serlo. Como que se quedó a mitad de camino. Lo de Johnny Depp tampoco es muy bueno. Admito que en la primera no fue de mis personajes favoritos, pero acá con el protagonismo más fuerte tampoco logró sacar un personaje memorable o adorable. El Sombrerero se ve forzado y por momentos aburrido y tedioso. Los demás actores están OK y suman jerarquía aunque eso no alcanza para levantar el film.
Si por esas casualidades de la vida volvieran con una tercera entrega para cerrar una trilogía, deberían mantener el guión más enfocado y simple, con toda la parafernalia de efectos por supuesto, pero con una historia que valga la pena y que de gusto ver.