Si “Alicia en el país de las maravillas” (USA, 2010) fue el proceso con el que Tim Burton acercó a las nuevas generaciones la historia de Lewis Carrol, quebrando la hegemonía que el clásico animado de Disney tuvo hasta el momento, “Alicia a través del espejo” (USA, 2016) profundiza el universo imaginado por Burton, en una secuela dirigida por James Bobin a la altura de las circunstancias.
Retomando el relato desde la partida de Alicia (Mia Wasikowska), con la que finaliza la primera entrega, en su nuevo rol de Capitana del barco Maravillas, asistiremos en el arranque a una dramática situación en la que deberá, de alguna manera, proteger el navío tras el asedio por flotas piratas que desean quedarse con el bote y la carga que lleva.
Eludiendo esto, y demostrando una vez más su alta capacidad de liderazgo, improvisación y resolución (rasgos que la definen) Alicia regresa con toda la información que sumó en su viaje alrededor del mundo a su hogar, pudiendo conocer culturas lejanas y ancestrales, que una vez más la conforman como la aguerrida y experimentada mujer de mundo que siempre soñó ser.
Pero al volver, su experiencia no tendrá tiempo de ser transmitida, ya que algunas cuestiones le entorpecen su continuidad como triunfante y exitosa capitana, ya que el morir el dueño de la empresa para la que trabajaba, su hijo, el detestable Hamish (Lord Bill), ex candidato de la joven, le tiene planeado para ella algunas sorpresas desagradables.
Entonces Alicia, desbordada por la situación decide incurrir, casi sin explicarse cómo, una vez más, en ese país en donde ella tiene un particular trato con los demás, alejada de cualquier intento por quitarle el barco de su padre, hipotecar su casa y mucho menos, perder su puesto como líder y ubicarla en una oscura oficina siendo relegada a tareas administrativas.
En el ingreso al país de las maravillas, a partir de la inmersión en un gigantesco espejo, Alicia podrá ayudar a los miembros del reino, sabiendo inconscientemente que en ese ayudar a estos personajes también ella podrá redescubrirse y definir la magnitud real de sus sueños.
El sombrerero amenazado por recuerdos de su familia, la que fue diezmada por una orden de la irritante reina de corazones (Helena Bonham Carter), será al primero que asistirá, teniendo que correr una carrera contra el tiempo, literal, luchando con Tiempo (Sacha Baron Cohen), el nuevo aliado de la reina cabezona, para poder regresar al pasado de su amigo y así poder revertir la situación en la que se encuentra.
Y en el camino Alicia descubrirá que nada será fácil, y que tan sólo ese volver le permitirá conocer detalles determinantes para el futuro presente, mucho más importante que cualquier movimiento pensado de fichas que cambien el destino de sus amigos.
Bobin impregna de dinamismo el relato, apoyándose en un guión que utiliza el punchline como manera de poder construir el sentido lúdico de la historia. Los efectos especiales y las animaciones de CGI, además, le permiten emular detalles que Burton había pensado para la primera entrega y que aquí poseen continuidad.
“Alicia a través del espejo” es un entretenimiento familiar que funda su origen con guiños a otros referentes del género como “Oz” o “El mago de Oz”, pero que puede además trascender la propuesta con su colorido despliegue de imágenes y simulaciones que cada día hacen más verosímil la saga.