Primer largo de ficción de Alejandro Rath ( ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?), Alicia pone el foco en la cálida relación entre un joven (Martín Vega) y su madre (buen trabajo de la experimentada Leonor Manso), víctima de una enfermedad incurable. El tono de la historia es necesariamente sombrío, pero por algunos resquicios de esa trama caracterizada por la gravedad ingresa algo de luz: un humor liviano, algún clima onírico y las referencias teñidas de ironía a los desatinos de las creencias religiosas (con el pastor Giménez) matizan un relato denso y lo conectan con cierta tradición del cine italiano, especialmente de Pasolini.