Luego de sufrir un inesperado percance, la tripulación de la nave colonizadora Covenant despierta. Al ver que las cápsulas de híper sueño son una trampa mortal, y luego de encontrar un planeta cercano mucho más habitable que aquel al que se dirigían originalmente, deciden cambiar el rumbo de la misión. Lo que no sabían es que dicho planeta resultará ser una trampa mortal.
Luego del fiasco que resultó Prometeo para muchísima gente, las esperanzas de que una nueva entrega de Alien dirigida por Ridley Scott fuera buena, eran puesta en dudas por varios fans, ya que a pocos les interesaba conocer más de esos personajes y universo previo al que vimos en Alien: el Octavo Pasajero. Y por desgracia todos estos miedos se terminaron confirmando.
Uno de los principales problemas de Alien: Covenant es que nos presenta a los personajes peor escritos en muchos años. Este grupo de astronautas es mucho más incompetente y toma decisiones más absurdas que los vistos en Prometeo, haciéndonos pensar que en este universo cualquier pelmazo puede ser un viajero espacial.
Y esto da como resultado que nos importe poco y nada quiénes viven y quiénes no. O peor aún, en más de una ocasión nos terminamos riendo y llevando las manos a la cabeza al ver algunas acciones que realizan, como por ejemplo: disparar un arma de fuego en un cuarto lleno de tanques de gas.
Pero el guion no solo es pobre en construcción de personajes, sí no que muchos de los eventos que se dan en la película, contradicen información que se nos había dado en Prometeo, algo bastante extraño ya que si bien los guionistas no son los mismos, el realizador y cabeza del proyecto si lo es, además de que no pasan demasiados años entre ambas historias.
Ridley Scott por su parte da un salto atrás con lo que respecta al apartado visual. Prometeo podrá haber gustado o no, pero nadie puede discutir que desde las imágenes nos dejaba impactados en más de una ocasión (solo hay que recordar el inicio). En Alien: Covenant estamos frente a un film espacial más, que no destaca ni por el trabajo sonoro y mucho menos por cómo se ve.
Alien: Covenant es una mediocre película, que si uno la mira estando atento, no habrá forma en que no le encuentre los miles de errores que tiene a nivel guion. Y por más que uno quiera a Scott (que se había redimido con The Martian), hay que plantearse seriamente si vale la pena seguir viendo entregas tan pobre del universo Alien, o si en cambio no es hora de dejar descansar al famoso xenomorfo de una vez por todas.