Si bien se trata de un film apreciable con una ambición que suele faltarle a todo el cine mainstream contemporáneo, también tiene problemas.
Hace una década, James Cameron iba a filmar la versión con actores de “Battle Angel Alita”, manga y animé de culto, extraordinarios ambos. Cameron, como saben, está loco y hace lo que quiere: finalmente solo produjo y cedió la dirección en Robert Rodríguez mientras él se dedica a su muy postergada saga “Avatar”.
“Alita” es un “Cameron” por temas y un Rodríguez por la manera como resuelve la acción desaforada, siempre inventiva. Pero si bien se trata de un film apreciable con una ambición que suele faltarle a todo el cine mainstream contemporáneo, también tiene problemas de “mayonesa”: por momentos, la mirada Cameron y el estilo Rodríguez no cuajan y el film se corta, especialmente en las secuencias expositivas.
Todo lo demás (actores incluidos, especialmente Rosa Salazar en el rol principal, ojos digitales aparte) está muy bien, pero es un “Cameron clase B”, un borrador de lujo.