Por no hablar a tiempo las consecuencias que trae el silencio suelen ser impensadas, como las que le sucedió a la pareja de Pablo (Alan Sabbagh), un ocupado arquitecto, y Lucia (Julieta Zylberberg), una modelo publicitaria, que conviven hace tiempo. Tienen un buen pasar económico, sin ser ricos, se aman como son y, por parte de ella, ronda la idea de tener un hijo.
Una noche, pensando en sorprender a su novia, Pablo compra, a través de internet, un viaje a Brasil para festejar la confirmación de un negocio inmobiliario muy importante con unos inversores japoneses. Pero nunca se imaginó que al día siguiente por desavenencias de criterio y presupuesto con los empresarios orientales, y también con su jefe, es despedido del trabajo.
Bajo un aparente tono de comedia se realizó este largometraje a cargo de los hermanos Diego y Pablo Levy, donde se cuenta una historia de por sí dramática, pero que, con los acertados contrapuntos ubicados en lugares y momentos estratégicos, logra un delicado equilibrio, como para que no se salga de su cauce y logre plasmarse en la pantalla lo que está escrito en el guión.
Los contrastes están desarrollados desde la personalidad que les dieron a los intérpretes, y del lugar donde ocurre gran parte de la historia. Porque los novios viajaron a Troncoso, Pablo no le contó a Lucía que fue despedido, se alojaron en un hotel frente al mar, regentado por Gilberto (Mike Amigorena), un polifuncional anfitrión alegre, descontracturado y carismático. Ahí conoce, y se hacen amigos, el matrimonio integrado por Ana María (Marina Bellati) y Mariana (Mariana Chaud) que pasa su luna de miel en el mismo ambito. El lugar invita al relax, descanso, disfrute, pero Pablo es esquemático, serio, estructurado, y la vergüenza le carcome la cabeza. En cambio Lucía es más distendida, simpática, y tiene ganas de aprovechar los días vacacionales..
Los entrecruzamientos constantes de los personajes, cada uno a la altura de las circunstancias, posibilitan a la narración el desarrollada a buen ritmo, que no da respiro, acompañada por canciones bailables brasileras, el sol, la playa y los tragos, lo que nos hace pensar que ellos la están pasando bien, aunque, como dijimos en el comienzo, lo que se oculta en algún momento, más tard o más temprano, va a estallar y tendrán que hacerse cargo de los imponderables que tiene la vida.