Más bien, un moderado salvajismo
"Alma Salvaje" es un película sobre la travesía que emprendió la escritora y bloguera Cheryl Strayed para encontrarse a sí misma y superar los traumas que le habían dejado la muerte de su madre a causa de un cáncer feroz y la conducta viciada que estaba teniendo.
Cheryl escribió un libro llamado "Wild: From Lost to Found on the Pacific Crest Trail" en el que cuenta como fue su travesía por más de 1000 KM, su viaje de superación interna, las causas que la llevaron a emprender la aventura, las dificultades que debió sortear y el proceso de sanación espiritual que experimentó.
En la piel de este interesante personaje encontramos a la ganadora del Oscar, Reese Witherspoon ("Walk the line"), bajo la dirección del canadiense Jean-Marc Vallée, responsable de la aclamada película "Dallas Buyers Club" con la cual Jared Leto y Matthew McConaughey ganaron un Oscar cada uno por sus interpretaciones. En esta producción la dirección parece haber estado un poco más dispersa, ya que si bien "Alma Salvaje" es toda Reese Whiterspoon y se nota el talento de la actriz, no llega a enamorar o maravillar como si lo hicieron McConaughey y Leto. El personaje de Cheryl es sumamente interesante en la vida real, pero Vallée parece haberse concentrado más en el contexto que rodeaba a la protagonista y no tanto en su transformación interior. Las experiencias que vive la protagonista en pantalla no llegan a tener la fuerza que uno podría esperar de este tipo de film superador. Hay demasiados flashbacks que nos muestran el pasado de Cheryl, la relación con su familia, sobretodo con su fallecida madre, la dura infancia que tuvo, los problemas conyugales a raíz de los excesos, la promiscuidad y las drogas, etc. No está mal mostrar esto, pero creo que se le dio equivocadamente más peso al pasado que al presente de la protagonista, que es justamente donde está el desafío de superación.
En el camino del Pacific Crest vivirá algunas cuestiones propias de un viaje que exige sacrificios y mucho esfuerzo físico, pasando horas incontables consigo misma y algún que otro esporádico encuentro con otros senderistas. Ésta es en realidad la parte más interesante del film y la que lo hace más entretenido.
Es un buen producto y tiene los condimentos de una historia de superación motivadora, aunque en esta ocasión Vallée pone el piloto automático en varios elementos y cae en algunos clichés del género. Se deja ver.