La adaptación del best seller inspirador de Cheryl Strayed de la mano de Jean-Marc Vallée y Reese Whiterspoon encuentra el equilibrio justo entre drama y errabundeo necesario para despertar el interés en una historia de búsqueda personal y autoayuda.
"Alma Salvaje" (USA, 2014) puede ser leída como el racconto de un viaje desesperado por los senderos de corrredores norteamericanos de una mujer llamada Cheryl (Whiterspoon) que intenta redimirse comouna excusa para poder saldar algunas cuentas pendientes con ella misma y sus seres queridos.
Cheryl, perdida entre una vorágine de sexo y drogas decide cambiar su vida y necesita creer que caminando una larga distancia con cada paso se le podrá redimir de todo lo malo que hizo anteriormente.
Cruza de "127 horas", "Comer, Rezar, Amar" y "La increíble vida de Walter Mitty", "Alma Salvaje" es una road movie visceral en la que su personaje principal, en el presente, intenta demostrarse a sí misma que la meta impuesta puede cambiar su estado actual hacia algo mucho mejor, y tal vez poder así recuperar algo de lo perdido en el pasado.
Justamente es esa época la que se le aparece constantemente a través de flashbacks que la acosan y la hacen pensar aún más en despegarse de él, pero no puede. Su pasado es tan pesado como la gigantesca mochila con la que camina rumbo a la nada misma.
Vallée además del flashback anteriormente mencionado, una herramienta reiterada hasta el hartazgo, utiliza escenas a base de hipérboles y sinécdoques que profundizan aún más en los tormentosos recuerdos de Cheryl.
Es así como podremos conocer algunas memorias suyas, principalmente aquellas relacionadas a su madre, la bella relación que tenía con ella, su vida como hija y principalmente el proceso de deterioro y finalmente muerte de esta al serle detectada una enfermedad terminal.
"Alma Salvaje" tiene mucho más esfuerzo en el cómo que en el qué se narra y se apoya en las logradas interpretaciones de Whiterspoon y Laura Dern para reforzar algunas escenas y temas que con otras actrices hubiesen caído en lugares comunes.
Jean-Marc Vallée mantiene la tensión en el filme a través de imágenes lisérgicas y áridas, con un logrado tono ominoso y nebular que busca crear una atmosfera acorde a aquello que la protagonista intenta superar en su andar día a día y pese a los obstáculos que se le presentan.
Película de tránsito, de cuerpos que deambulan hacia algo mejor, o al menos eso esperan, "Alma Salvaje" puede engañar a aquellos que solo piensan buscar una moraleja en la historia, que está presente, claro, pero que finalmente no termina por justificar tanto sacrificio y tanto dolor acumulado en cada uña encarnada o en cada paso mal dado por la vida. Intensa.