Un viaje lleno de riesgos para liberar su pasado, reflexionar y buscar un presente mejor.
La actriz Reese Witherspoon este año no ganó su segundo Óscar, recordemos que lo había ganado por su estupenda actuación en “Johnny y June, pasión y locura” (2005) interpretando a June Carter, pero es de nuestro conocimiento que siempre esta categoría ha sido difícil, hay otras cuatro actrices que también ofrecieron grandes actuaciones en alguna historia.
Esta es una adaptación de las memorias de Cheryl Strayed (Reese Witherspoon), ambientada en 1995. Ella decide caminar más de mil millas a través del sendero del Macizo del Pacífico, una ruta alrededor de las montañas de la costa oeste, sola y sin experiencia con una enorme mochila super pesada (esto sería como el peso que lleva sobre sus hombros esta mujer). Vamos viendo sus vivencias, con todos los inconvenientes que surgen en esta increíble travesía, con sus desconocimientos y sacrificios.
Tiene una estructura similar a la película “127 horas” (2010) dirigida por Danny Boyle que también era autobiográfica y en la cual Aron Ralston (James Franco también por su personaje fue nominado al Premio Oscar) era un escalador de montañas estadounidense que se enfrentaba a una gran itinerario, también tiene una similitud a “Comer, rezar, amar” protagonizada por Julia Roberts, entre otras. Observamos a una Witherspoon en un personaje distinto, sin maquillaje y lujos, con una fuerte exigencia física y mental y se atreve hacer un desnudo cuidado.
Cheryl Strayed se atreve a realizar un viaje a dedo si es necesario, escalar y lastimarse partes de su cuerpo. Va conociendo otros mochileros, se enfrenta a distintos peligros hasta el riesgo de ser violada, el encuentro con un amable automovilista, como así también encontrar el amor circunstancial pero este trajín otras personas la ayudan para ir aprendiendo diferentes cosas. Con el correr de los minutos notamos que ella quiere alejarse de sus fantasmas y varios trauman que la acosan, el espectador comienza a recibir algo de información.
Este es un viaje de liberación emocional para la protagonista que siente la necesidad de aliviarse de un divorcio, la muerte de su madre (Laura Dern, una vez más logra lucirse en su personaje a pesar que aparece pocos minutos, mucho la recordarán por sus trabajos con el cineasta David Lynch), además Strayed es una ex adicta y alcohólica que mantenía sexo ocasional. La historia cuenta con una imponente fotografía, música y cierto dinamismo, con momentos de tensión y emoción y con un muy buen montaje que alterna pasado y presente. A pesar de todo no llega a emocionar a todos, por lo tanto resulta difícil reflexionar, porque es posible que no entre en el corazón de todos los espectadores.