Cuando un producto industrial rinde económicamente el círculo queda abierto, En el mundo fílmico se harán tantas continuaciones del mismo como las que indiquen los resultados de boletería. Durante cada temporada los espectadores asistimos a esa experiencia, con pocas expectativas, cuyo resultado por regla general culmina en decepción, aunque, es justo reconocer, muy de vez en cuando nos sorprende gratamente. No es el caso de “Alvin y las ardillas 2”, producción que pasa a integrar la montaña de las frustraciones.
Su antecesora resultaba ingeniosa narrativamente, simpática merced a la calidez de los personajes, fluida por el tratamiento dinámico de las situaciones y la compaginación. Esta segunda parte carece de tales atractivos a partir del mismo guión que parece concebido al correr de la pluma (¡qué dinosaurio!, ya lo sé), sin la debida preocupación por someterlo a una meticulosa autocrítica a fin de generar atractivas (de ser posible sorprendentes por lo original, aunque esto sería reclamar demasiado) vueltas de tuerca a la historia, que deje como saldo un entretenimiento ameno y simpático. Estructuralmente la deficiencia parte de no haberse articulado con mayor ingenio el entramado general, particularmente a partir de la integración de las nuevas ardillas (femeninas) a la historia.
Alvin, Simon y Theodore dejen a un lado su exitosa carrera de cantantes para afrontan con valentía su nueva labor como estudiantes secundarios (se ignora cuando cursaron la primaria), donde ganan el favor de sus compañeros, a la vez que sufren algunas bromas e intimidaciones del matón de turno. Mientras su tutor y representante debe pasar un período hospitalizado a raíz de fracturas ocasionadas en un accidente, quien deriva su gestión en un buen amigo, persona tan tímida como torpe, que tiene que lidiar con el trío de traviesos animalitos. A ello se suma la presencia del inescrupuloso productor musical, que para competir con Alvin, Simon y Theodore descubre, como caído del cielo, un trío femenino de la misma especie, las hermanas Jeanette, Brittany y Eleanor, en condiciones de hacerles sombra en la carrera musical...El final usted se lo puede imaginar,... con apertura a una tercera producción...
La realización tiene a su favor muy buen trabajo técnico en la integración de humanos con seres animados por digitación incorporados al mundo de los humanos (lo cual con la tecnología de que dispone Hollywood es pan comido para ellos), y temas musicales muy agradables. Su destino son los chicos de 4 a 8 años, en la versión doblada, y hasta los 11 años la subtitulada.