Todavía me acuerdo la primera vez que escuché a Alvin. Fue en 1985 cuando en Rocky IV, Balboa jugaba al ajedrez con el entrenador de Apollo. O sea, Stallone (con la inteligencia que él mismo dotó a su personaje) jugando al ajedrez, en Rusia y escuchando un villancico cantado por las ardillitas. No me diga que no es bizarro...